Actualmente, la agricultura nacional se enfrenta a muchos desafíos a raíz del cambio climático, la sequía y la adaptación a nuevas tecnologías.
Una buena temporada ha tenido el sector frutícola chileno, que saca cuentas alegres de las exportaciones del primer semestre del 2023. Sin embargo, existe también gran preocupación e inquietud por el cambio climático y la sequía que atraviesa Chile hace ya más de una década. De hecho, este fenómeno afecta directamente a la agricultura ya que genera, por ejemplo, un déficit en las reservas de agua y un aumento sostenido de los costos de insumos.
Para enfrentar de mejor manera estos desafíos es clave la investigación y el desarrollo de portainjertos que se adapten a los nuevos factores climáticos y nuevos modelos de conducción para la industria agrícola, además de maximizar la productividad. En este sentido, Agromillora ha sido un referente a nivel nacional en cuanto a la micropropagación de especies frutales in vitro en Chile, posicionándose como uno de los proveedores más importantes de portainjertos de cerezos, a través de la producción de patrones con una excelente calidad genética y sanitaria.
Hace más de 15 años el SAG comenzó con el programa de certificación para plantas frutales, con el objetivo de proteger la flora y fauna nacional. El proceso de certificación de plantas es riguroso y puede tardar meses o años para conseguir este tipo de respaldo sanitario.
En la actualidad, Agromillora cuenta con una amplia gama de portainjertos certificados de carozos y manzanos, y otras especies como plantas de frambuesas o kiwis, por lo que entrega a la industria una alternativa de sanas.
Modelos de conducción y portainjertos
En la búsqueda de dar respuesta a las necesidades de un sector frutícola en constante evolución, con plantaciones cada vez más intensivas y eficientes, Agromillora elaboró el programa Prunus de obtención de portainjertos, cuyos principales objetivos fueron encontrar patrones que pudieran adaptarse bien al clima y a los suelos de replantación, que tuvieran poca necesidad de horas frío, que aportaran bajo vigor a las variedades para intensificar las plantaciones y que se propagaran fácilmente.
De este trabajo, que duró alrededor de 16 años, se han logrado 6 obtenciones comerciales, y de estas, actualmente hay tres que se han consolidado con gran éxito en Europa y que están desarrollándose de gran manera en nuestro país: Rootpac® 20, Rootpac® 40 Rootpac® R. En el caso del Rootpac® 20, Agromillora lo ha implementado en las plantaciones de frutales en seto , como los Ciruelos D’Agen que actualmente cuentan con numerosos proyectos comerciales y ha despertado mucho interés entre agricultores y empresarios gracias a su facilidad de manejo y su versatilidad, ya sea para la cosecha manual o mecanizada con fines de deshidratación.
Además, se han llevado a cabo diversos ensayos con Almendros en zonas del centro sur de Chile, áreas que anteriormente se destinaban a la ganadería o cultivos de cereales. Desde Agromillora destacan que “el objetivo principal que buscan estos nuevos modelos es reducir el agua, la mano de obra y aumentar la mecanización”.
En cuanto al Rootpac® R, es un portainjerto para replantar que va dirigido, especialmente, a duraznos y nectarines. Un problema habitual en los huertos chilenos es el de la replantación y se genera como consecuencia de la combinación de varios factores adversos asociados al sitio en el que se establece el árbol y en la actualidad constituye uno de los problemas más serios de la producción frutícola en nuestro país. En este sentido, la elección de portainjertos que posean resistencia y/o tolerancia múltiple a varios factores bióticos y abióticos suele ser primordial para asegurar el éxito en el establecimiento del árbol y su posterior vida productiva.
Agromillora Sur, un referente en la industria
Además, Agromillora cuenta con portainjertos de cerezos in vitro y ha sido un referente para los viveros, abasteciéndolos de material de calidad y sano. Estos portainjertos son multiplicados in vitro a partir de yemas seleccionadas de plantas madre sometidas a rigurosos análisis genéticos y fitosanitarios para detectar virus de importancia económica, aportando también homogeneidad y mayor resistencia. “El uso de un portainjerto adecuado es una herramienta fundamental para incrementar la eficiencia y calidad en la agricultura”, explican desde la compañía.
Y así ha sido, esto ha ayudado a Chile a ser un referente a nivel mundial en la exportación de frutas, especialmente de las cerezas que durante la última temporada, fueron las únicas que mostraron una importante alza en su volumen exportado, abarcando el 97% del mercado mundial, siendo China el principal y más interesante mercado.
Pese a los avances en la industria agrícola, desde Agromillora explican que aún es necesario que se siga impulsando la investigación y desarrollo de portainjertos in vitro como en los paltos y avellanos, frutales altamente demandados y difícil de producir, de esta manera se puede reforzar la eficiencia en el uso de los recursos.