El cultivo de cítricos en el mundo se encuentra en un momento de incertidumbre y cambio ¿Cuáles son las claves que definirán su futuro?
Cada vez más, los agricultores deben tener en cuenta más elementos a la hora de poder producir. La lucha contra las enfermedades es el principal factor a tener en cuenta, la presencia de plagas y enfermedades en los cultivos afecta a la producción de cítricos y, por ende, a las industrias del sector. La búsqueda de nuevas variedades más resistentes y la mejora genética juegan un papel clave en el futuro del sector.
Además, y no de manera distinta a cualquier otro tipo de cultivo, la mecanización y la búsqueda de otras formas de recolección juegan un papel muy importante ya en el presente, donde la escasez y el precio de la mano de obra pueden hacer variar de manera notoria la rentabilidad de la producción agrícola. Precisamente, esta búsqueda de soluciones es la que ha reunido a algunas de las figuras más relevantes del panorama citrícola mundial en la actualidad en el centro de IFAPA Las Torres. Allí se han podido exponer y ver los puntos por los cuales pasa, y pasará, el futuro del sector citrícola.
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Las plagas y las enfermedades son una de las mayores preocupaciones del sector citrícola, un sector que se ha visto muy mermado debido al HLB, una plaga que está acabando con miles de hectáreas de cítricos a escala mundial. Asegura Jude Grosser, Investigador de la Universidad de Florida, que en el estado de Florida la producción anual de cajas de naranja ronda el 1.050.000. Este año, no está previsto ni alcanzar el 10% de esta cifra, “No hay fruta suficiente y muchas empresas están quebrando”.
La industria del zumo es la gran afectada por la merma de producción debido al HBL, Grosser afirma que el 90% de la citricultura se basa en dicha industria y que obviamente es el principal sector que se ha visto afectado. Tim Sallin es el co-CEO de IMG Citrus, una compañía citrícola -con sede en florida- que cultiva, empaqueta y vende cítricos frescos. Sallin afirma que la lucha contra el greening requiere de centrar todos los esfuerzos del sector en combatir la plaga. Aun teniendo en cuenta la situación actual, Sallin se muestra optimista acerca del futuro de la industria: “Confiamos en que encontraremos nuevas soluciones nos permitan cultivar cítricos bajo «pantallas» protectoras y en un futuro, crear espacios libres de HLB.”
Una situación similar puede encontrarse en Brasil: «el 25% del total de plantas de naranjo en Brasil poseen síntomas de HLB”, explica Juliano Ayres, gerente general de la empresa Fundecitrus, el centro de investigación de cítricos más importante del sector privado. Teniendo en cuenta las dificultades que el greening supone para la producción eficiente de cítricos, Ayres afirma que en Brasil se está trabajando muy duramente para evitar al máximo las afectaciones producidas por dicha enfermedad: “En los últimos 30 años pasamos de unas 15t por ha 40t de naranjas destinadas principalmente a la producción de zumos. El 60% de zumo es exportado para Europa y estas exportaciones han ido aumentando de manera anual.”
En Brasil, se está haciendo un gran esfuerzo para lograr mantener la situación respecto a la presencia del HLB. Aun así, Ezequiel Castilho director de producción agroindustrial y comercial de AgroTerenas advierte que el sector no debe conformarse, que las dificultades para producir naranjas no van a cesar a no ser que se continúe poniendo el foco en como convivir con el greening y otro tipo de enfermedades. AgroTerenas es una empresa con más de 70 años de antigüedad, que se dedica a la producción de distintos cultivos agrícolas y también de ganado. Castilho hace referencia a las exportaciones de zumo y a las dificultades añadidas que puede suponer: “Europa es el máximo consumidor de zumo de naranja a nivel mundial, y cada vez más son las exigencias para que este producto se elabore de manera sostenible sin pesticidas ni tratamientos. Esto, justamente, va en contra de la lucha contra el greening”
Y es que, en Europa, la situación es distinta a los países americanos. Hasta la fecha el HLB no se ha avistado en las plantaciones, pero teniendo en cuenta la experiencia de otros países es evidente que no se debe bajar la guardia. Así lo ve Jude Grosser, que no cree que el greening suponga un problema en territorio europeo, al menos en bastantes años, ya que cree que en Europa se está llevando a cabo una gran labor.
Aun así, no se debe bajar la guardia y se debe continuar investigando para encontrar soluciones a escala mundial. Uno de los puntos más importantes para hacer frente no solo al greening, sino a la gran mayoría de problemáticas, es la genética.
Francisco Javier Arenas, director del centro de IFAPA Las Torres asegura que la genética es la clave para afrontar los retos que depara el futuro de la citricultura. Arenas afirma que la solución y aquello por lo que se debe investigar es el tamaño del árbol y la adaptación de este a las condiciones bióticas y abióticas del suelo, el agua y a las nuevas enfermedades. “Todo esto es lo que hace que en un futuro no tengamos que hacer uso de tantos medicamentos para tratar enfermedades que afectan al árbol.”
“El portainjerto tiene la capacidad de contener el tamaño, la precocidad de la producción, la calidad, la resistencia del árbol frente a enfermedades. Es por eso la importancia de trabajarlo” asegura Jude Grosser, que lleva años dedicando su investigación a la capacidad de los portainjertos para incidir en el tamaño de los árboles.
La Universidad de Florida y Agromillora colaboran en proyectos de micropropagación de portainjertos, esto, según Grosser, abre un amplio abanico de opciones para trabajar en una gran diversidad de portainjertos que puedan llegar a reunir todas las características que requerimos para nuestros árboles. “Gracias a este abanico de opciones, estamos empezando a encontrar portainjertos candidatos en los cuales parece que el greening parece no desarrollarse”, dice Grosser, “así que creemos que cuando empecemos a trabajar en combinar estos portainjertos con variedades vulnerables, estos serán capaces de transmitir la resistencia al fruto.”
En Brasil también se está trabajando para encontrar portainjertos de bajo vigor que, combinados con las variedades adecuadas, puedan reunir las características que se requieran en cada situación de cultivo. Sarita Rodas es la CEO de Montecitrus, una empresa familiar en Brasil que abarca el aproximadamente un 10% de la producción de frutas para industria del país. En Montecitrus, cuenta Sarita, tienen una plantación experimental de portainjertos con bajo vigor: “debemos llevar la citricultura al siguiente nivel, tenemos que aumentar la eficiencia de nuestras plantaciones usando las variedades adecuadas con los portainjertos adecuados.” concluye la CEO de la empresa.
En AgroTerenas, llevan ya varios años experimentando con una plantación de unas 7ha en alta densidad. Ezequiel Castilho asegura que los resultados hasta la fecha son muy buenos, y que incluso han podido pasar del experimental al comercial. “La gente ve un potencial de las plantas frente al greening en estos tipos de cultivo, eso sin tener en cuenta muchas de sus otras ventajas como son la cantidad de producción, la eficiencia y la facilidad para recolectar” cuenta Castilho.
La mecanización y la cosecha son otras de las principales preocupaciones del sector agrícola, y el cultivo de cítricos no es una excepción. Al igual que se buscan variedades resistentes genéticamente, también se requiere que esta genética pueda aportar soluciones a las problemáticas de recolección y mano de obra que azotan el sector. Los portainjertos de bajo vigor y los nuevos sistemas de cultivo como las plantaciones de alta densidad son la solución para responder a las necesidades que reclama la citricultura en cuestiones de manejo, recolección y eficiencia.
Desde Brasil, Juliano Ayres achaca a la mano de obra gran parte de la culpa de los problemas que presenta el sector actualmente: “Tenemos una problemática mundial en cuanto a la escasez de la mano de obra. Debemos encontrar soluciones para dar con una manera de obtener mano de obra cualificada y poder reducir los costes que este aspecto del cultivo requiere.”
También su compatriota Ezequiel Castilho habla de la importancia de la gestión de la mano de obra y define a España como un gran ejemplo a seguir: Uno de los principales problemas de la citricultura brasileña recae en la recolecta y España es uno de los países donde las tecnologías y la recolecta mecanizada son más punteras”. El director de producción de AgroTerenas se lamenta que, al centrar toda la atención en el greening, se hayan dejado de lado cuestiones relacionadas con la cosecha.
También sobre el sector en España, Francisco Javier Arenas opina que se trata de un sector muy dinámico y enfocado a la exportación. “como en todo el mundo, nos enfrentamos al incremento de costes, al cumplimiento obligatorio de los nuevos marcos europeos de sostenibilidad, a la aplicación de fitosanitarios, el control de riego y suelos y a la falta de mano de obra”. “Con tantos asuntos por tener en cuenta, hay que buscar fórmulas para ser eficientes de manera sostenible y productiva para todos los agentes implicados”. Arenas concluye afirmando que la solución pasa por las plantaciones que se puedan recolectar fácilmente, ya sea manual o mecánica. Por ejemplo, plantaciones que permitan el uso de una misma máquina para cosechar cultivos de distintas especies como viña, almendro, olivo, etc.
Sarita Rodas es muy optimista de cara al futuro. Celebra que Brasil se haya convertido en el mayor productor de zumo a nivel mundial y asegura que ha sido posible gracias a la creación un sistema de cultivo muy adaptado a la cultura y al clima del país. Aun así, hace un llamado para seguir evolucionando y poder superar día a día todos los retos que el futuro plantee.
Desde estados unidos, Jude Grosser se muestra realista: “Creo que primero de todo habrá una diversificación y una “fuga” hacia otros tipos de cultivo.” Aun así, cree que la industria puede reflotar industria gracias también a nuevos inversores y agentes que se interesaran por el cultivo.
Respondiendo a la pregunta de hacía dónde se dirige el sector, Francisco Javier Arenas asegura que es necesario, primero de todo, tener en cuenta la competencia de terceros por producir calidad a bajo precio y los costes de cultivo. A partir de ahí, el sector debe dirigirse a ser más eficiente en el uso de los insumos, utilizando conocimiento y tecnología, a reducir costes de producción y a ser, mucho más de lo que es ahora, un sector que sea capaz de afrontar los nuevos retos como enfermedades que acechan nuestras plantaciones. En definitiva: conseguir modelos productivos y eficientes para la agricultura del futuro.