Nuevas variedades de olivo en seto
El olivo en seto y el panorama oleícola y las prioridades a la hora de la elección varietal cambiaron cuando a principios de los años noventa se empezó a pensar que el olivo se podría cultivar como un viñedo para ser cosechado con máquina cosechadora.
Por todos es sabido que el origen del olivo es mediterráneo, concretamente de la zona de Oriente Próximo. Desde allí, inicialmente a través de los comerciantes fenicios fueron entrando en nuestra península distintas variedades. Estas variedades introducidas han sido seleccionadas durante el trascurso de la historia atendiendo a diferentes criterios como su adaptación a las condiciones climáticas, elevadas producciones y su vigor, principalmente. No hay nada más que darse una vuelta por nuestra geografía para constatar el perfecto matrimonio que hicieron esta especie y nuestras condiciones edafoclimáticas, y es muy difícil encontrar una provincia donde no se cultiven olivos.
Obviamente se estudiaron las variedades que existían, es decir, las variedades que la naturaleza había puesto a nuestra disposición desde un punto de vista diferente. Se necesitaba una variedad altamente productiva y poco vigorosa. Éste último es precisamente el factor limitante más importante para que una variedad se considere susceptible de adaptarse a este sistema, con marcos de plantación reducidos.
Todas las miradas condujeron a la variedad arbequina (primera plantación de olivar en seto en la historia en el año 1994 en Huesca, hecha por Agromillora). El éxito de la alianza arbequina-seto es por todos conocido. Aún hoy sigue siendo la variedad más propagada, aunque no por mucho tiempo,…
Gracias a la natural inquietud de la mente humana se siguieron explorando otras vías de mejora de este sistema, y probando en Agromillora se valoró a la variedad arbosana, y sólo 3 años después de la primera plantación de superintensivo con arbequina realizamos la primera con esta variedad. También es por todos conocido el éxito de esta variedad que cada año le quita más cuota de mercado a la arbequina.
Y quizás, al ver las mejoras que algunas características de esta variedad habían aportado al sistema se empezó a pensar que tal vez no estaba todo escrito con la arbequina y arbosana, y que podrían surgir otras variedades interesantes, ya existentes en la naturaleza o incluso creadas por el hombre que permitiesen disponer de un abanico de variedades más extenso.
Primeras plantaciones de olivo en seto
Y así llegamos a los primeros años del nuevo milenio donde se iniciaron las primeras plantaciones con la variedad Sikitita®, procedente del programa de mejora conjunto de la Universidad de Cordoba y el IFAPA, la cual se obtuvo mediante un cruce dirigido entre las variedades picual y arbequina. El tiempo ha demostrado que esta variedad también llegó para quedarse, aportando algunas características interesantes.
Sólo algunos años más tarde, llega la variedad Oliana, obtenida y seleccionada entre 290 genotipos durante el desarrollo de un programa de mejora genética llevado a cabo por Agromillora que comienza en 1997 y se extiende durante más de 10 años.
Posteriormente, se introduce una nueva variedad seleccionada por la Universidad de Bari, la Lecciana®. Lecciana® se posiciona como la primera variedad adaptada al cultivo en seto de origen italiano. Un país, donde la calidad del aceite es un factor distintivo (foto 1).
Para entender mejor qué aportan estas variedades estudiemos inicialmente las características que nos interesan a través de las diferencias entre arbequina y arbosana:
- Arbequina: vigor reducido (comparado con otras como picual y hojiblanca), porte erecto, rústica, aunque no le gustan los suelos calizos, productiva, poco alternante, precoz (tras 3 primaveras ya produce frutos), medianamente tolerante a los climas fríos del norte de la península.
- Arbosana: vigor algo más reducido aún que la arbequina, porte globoso a través de una mayor ramificación natural (no erecta), mejor comportamiento en suelos calizos, algo menos rústica, sensible al frío, igualmente precoz e igualmente poco alternante.
¿Qué mejoras nos trajo la variedad arbosana? Mayor productividad de aceite por unidad de superficie con menores costes de gestión por su forma de ramificar y menor vigor.
¿Puntos débiles de la arbosana? Su mala adaptacióna climas fríos, retraso en el momento de recolección (3-4 semanas tras arbequina), y que el tipo es aceite es similar al de arbequina.
Y después de esta larga introducción, llegamos al núcleo de este artículo, ¿Qué características aportan las variedades Oliana y Lecciana que no tengan arbequina o arbosana, y que demanda el sector con especial interés?
La caracterización varietal en leñosos es muy lenta (necesitamos varias cosechas para sacar algunas conclusiones, y observarlas en distintos medios edafoclimáticos para que estas conclusiones sean además contundentes). Tras 10 años desde la primera plantación de estas variedades empezamos a ver mejoras claras:
OLIANA
Fruto del cruce de arbequina (madre) x arbosana (padre), a través de un programa de mejora genética de Agromillora (foto 2).
¿Qué es lo más interesante de esta variedad?
El VIGOR (foto 3). Es la de menor vigor de todas las variedades conocidas para el seto, es sumamente arbustiva, prácticamente no precisa de poda (basta con controlar las bajeras y perímetro del seto), le cuesta producir ramas leñosas de mucho calibre con lo cual produce ramas finas que albergan brotes muy fructíferos.
Arbequina y arbosana, como se especificó anteriormente, son de bajo vigor, pero la experiencia en climas benignos, suelos fértiles y buenas dotaciones de riego nos dice que también podemos encontrar dificultades en la renovación de la madera del seto.
La variedad Oliana® resuelve totalmente esta circunstancia, resultando nuestro seguro de vida en suelos profundos y fértiles, donde crece muy lentamente sin emitir madera gruesa mientras produce innumerables frutos (ha heredado de la arbosana la forma de fructificar en racimos, incluso ha mejorado el índice frutos/m3 de copa). El otro aspecto que aporta es su TOLERANCIA AL FRÍO, se cultiva en el norte de la península, incluso podemos decir que mejora a su madre arbequina, tras lo visto en varias experiencias muy exigentes.
En resumen, tenemos la variedad que menos requiere de poda, salvando los problemas que nos ocasionan arbequina y en menor medida la arbosana, al mismo tiempo que es resistente al frío, pudiendo ser plantada donde la arbosana no llega.
Además, su alto índice hoja/madera la hace muy interesante en cultivo de secano, donde además por su retraso en la maduración puede aprovechar mejor que la arbequina las primeras lluvias de otoño.
LECCIANA
Variedad co-obtenida entre Universidad de Bari (Italia) y Agromillora, es fruto del cruce de arbosana x leccino italiano (foto 4).
¿Qué aporta esta variedad?
Hasta ahora nos hemos centrado en las características agronómicas de las variedades de olivo, pero con esta variedad tenemos que abrir el abanico a las características del aceite que produce, ya que es claramente un aceite distinto a los obtenidos por las otras variedades aptas para el seto, y ésto la hace muy interesante desde dos perspectivas distintas:
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Perfil químico del aceite. Su alto contenido en polifenoles, le otorga a estos aceites una alta estabilidad y provoca que sus características permanezcan intactas hasta que llegan al consumidor en los lineales del supermercado, así como en su uso en la restauración.
En este punto crea una diferencia muy marcada con los aceites de las variedades comentadas anteriormente, que tienen una menor cantidad de polifenoles.Si a esto le añadimos una posible mala praxis en la conservación del aceite, el resultado podría ser aceites que pierden gran parte de sus propiedades saludables y organolépticas, y en muchos casos la categoría de virgen extra.
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Características organolépticas de gran interés: Lecciana produce aceites con gran personalidad, que le ha hecho ganadora de grandes premios y rápidamente muy conocida entre los catadores profesionales del sector. Resulta una variedad de alto valor a la hora de encabezar otros aceites y realizar coupages (fotos 5 y 6).
No es descabellado pensar en un futuro no muy lejano donde aceites de variedades tan plantadas como arbequina, de menor estabilidad, tengan un nivel de precio inferior al de otras que aportan más seguridad al comercializador o más riqueza organoléptica al mismo tiempo que son más exclusivas por su menor oferta mundial.
Como características agronómicas cabe destacar su alta tolerancia al frío, mayor que Oliana® y arbequina, y su vigor medio (situado entre arbequina y koroneiki). Su momento de recolección ideal es una semana anterior al de arbequina haciéndola muy interesante por los mejores precios que se registran en esas fechas.
En resumen, se trata de una variedad perfecta para productores que busquen algo distinto en su aceite, que se quieran situar fuera del mercado habitual de granel, asegurando la rentabilidad de su explotación por más años.
Y a nivel edafoclimático, es muy recomendada en climas fríos por su tolerancia, en suelos de fertilidad baja o media, o cuando nos interese cosechar antes que la variedad arbequina para conseguir mejor nivel de precios.