“Lecciana es una variedad que no necesita coupage, es una variedad absoluta”

El grupo PONS afronta una nueva campaña con una novedosa almazara diseñada para hacer frente a los escenarios futuros del sector y poder llevar la producción de aceite a los máximos estándares de calidad.

Entrevistamos a Eduard Pons – ceo del grupo desde hace 19 años- que está al frente de un proyecto que lleva pasando de generación en generación desde finales de los años 30 en las sierras de l’Albagés, Lleida.

¿Nos encontramos ante un cambio de paradigma en el mercado de aceite nacional?

El mercado nos ha mostrado la capacidad plástica del aceite de oliva y sus precios, y los costes su parte amarga.

Ahora mismo el olivar super intensivo es un concepto que tenemos muy presente:  Creo que nos encontramos en un momento clave y según nuestro entender en PONS, hay dos claves de trabajo.

La primera es la calidad absoluta. Sin la mejor calidad no podemos estar en el mercado y, por ende, no existe futuro para nosotros.

Y la segunda, es la gestión de los costes.

¿Qué hacéis par no quedaros fuera de la rueda?

En PONS, claramente, apostamos por el superintensivo. Hasta el año 2021 la falta de dotación de riego en nuestra zona nos suponía barrera para introducir dicho modelo en el proyecto.

A partir de 2021, una vez concedida ya una dotación, empezamos a transformar el olivar tradicional, además de adquirir nuevas fincas pensadas también para el cultivo del olivar superintensivo. Nuestro futuro lo centramos en el un cultivo en seto controlado y que nos asegure la calidad, la falta de agua hasta ahora, nos suponía un impedimento para desarrollar el plan de futuro que queríamos para nuestra empresa.

La selección varietal, juega también un papel importantísimo en nuestras aspiraciones. Nosotros estamos en zona arbequina, y obviamente siempre será un estandarte en la empresa, pero, aun así, hemos realizado una gran apuesta con Lecciana.

El nuevo proyecto llevado a cabo con la creación del nuevo molino responde indudablemente a nuestra voluntad de permanecer siempre sobre las nuevas corrientes que muevan el sector.

Centrándonos un poco en la nueva almazara ¿qué la caracteriza?

La idea principal es la de centrar la producción del aceite en el uso de la biotecnología aprovechando al máximo su potencial. Lo que queremos es, gracias al cultivo superintensivo, agrupar la máxima cantidad posible de aceitunas en el momento oportuno para asegurar así la calidad del producto.

Trabajamos con entradas masivas de aceituna a mediados de septiembre. Se trata de una precocidad de recolección en la que entran en juego las altas temperaturas en el exterior. Es por eso por lo que la almazara cuenta con todo un proceso diseñado para reducir la temperatura del fruto y poder trabajar siempre con temperaturas frías y controladas.

Contamos con una plataforma de recepción con control de temperatura, una cámara de frío, control de temperatura en el agua del lavado y cintas de transporte con igual control. Una vez fuera de la cinta, los molinos de corte y las batidoras también cuentan con control de temperatura.

La apuesta por la biotecnología en la almazara nos permite trabajar en temperaturas óptimas que eviten los cambios enzimáticos y poder garantizar de este modo una calidad excepcional en nuestro producto.

Sobre la selección varietal, ¿a qué se debe la potente apuesta por Lecciana?

En un inicio, empezamos a tratarla en nuestro jardín varietal y vimos que tenía mucho potencial. Lo que sobre todo destacaría, es que responde a todas las características que demanda el futuro del sector, tanto en producción como con sus aceites.

Es una variedad que está totalmente ajustada a la modalidad del gusto internacional. El consumidor global busca, en los aceites, un tipo de matices que Lecciana es capaz de aportar.

Creo que Lecciana es una variedad singular, una variedad que aporta lo que ninguna otra variedad es capaz de aportar. Se trata de una variedad que no necesita coupage, una variedad directa, una variedad absoluta.

¿Y en cuanto a su trato en la almazara?

Al principio estábamos un poco asustados, ya que Lecciana produce en racimos y pensamos que la entrada de aceituna de distintos tamaños nos podría afectar a la hora de tratarla en la almazara.

Veníamos advertidos que sería una variedad compleja y tengo que decir que, tras una campaña de producción en la que hemos tratado Lecciana en nuestro nuevo molino, se comporta con facilidad.

Tiene una extracción fácil y en los momentos de septiembre en la que recolectamos, responde con rendimientos altos y oportunos para obtener aceites verdes de altísima calidad.

Comentas que Lecciana cumple con todo aquello que el consumidor global busca ¿qué necesita realmente un aceite para triunfar?

Dentro de la nueva realidad de los aceites, estos no deben amarguear. El amargo, actualmente, nos limita la introducción global de un aceite.

Principalmente se buscan aceites de cosecha verde, con un punto de picante amable, que tenga dulce y con una textura y densidad agradable, que sean aceites gruesos.

Como decía, Lecciana posee todos los atributos que el consumidor mundial está buscando, pasó la época de los grandes aceites grandes y ligeros.

Ponéis mucho empeño en vuestra imagen y en la manera en qué os comunicáis ¿Qué importancia tiene el marketing en vuestro desarrollo?

Lo primero de todo es que hay marketing si no hay calidad, y no hay marketing si no hay producto.

Estamos en un lugar recóndito del mundo y el marketing es nuestra base para que desde este rinconcito podamos ser abanderados de los nuevos aceites a nivel global. Sin el marketing tendremos grandes aceites, pero nos quedaremos aquí.

Hoy, gracias al marketing, llegamos a los 5 continentes del mundo.

Una mirada hacia el futuro, ¿cómo se dibuja el futuro de PONS?

Partimos de un mundo de “100% arbequina”, de un mundo en que la arbequina ha sido siempre el producto estrella. Lógicamente, la arbequina va a seguir siendo nuestro sustento, pero se dibuja un futuro en el que irán apareciendo nuevos compañeros de viaje a nivel varietal.

La agricultura tradicional se va a ir reduciendo. La mecanización y el superintensivo van a ser los claros dominantes de un panorama que busca la reducción de costes.

Lo que puedo asegurar es que, como siempre, ejerceremos de embajadores a nivel global de todo lo que hacemos. No olvidamos nuestras raíces, seguiremos siendo embajadores de arbequina, pero el mundo debe descubrir los nuevos sabores en el AOVE y nosotros queremos estar al frente de esta campaña a nivel global.

Ayer fue solo arbequina, hoy, se nos abre todo un nuevo mundo, que no es ni poco, ni simple.