Una tendencia incontestable en todas las especies de frutos secos y árboles frutales es hacia la intensificación de las plantaciones. Los objetivos son varios, pero dos son de destacar: la reducción del periodo improductivo y la mayor eficiencia en el uso de inputs.
En España se dispone de extensas superficies destinadas a los cultivos extensivos, en particular los cereales. Buscar una mayor rentabilidad es interesante para su revalorización, mantener la población y evitar su progresiva despoblación. En las zonas con mejores condiciones edafoclimáticas, la implantación del almendro para su producción ecológica puede ser una alternativa interesante.
El modelo productivo con variedades de almendro autoenraizadas en seto, permite su mecanización y facilita el manejo. A continuación, se expone de forma resumida los aspectos más destacables de esta nueva tecnología. Por otra parte, en zonas de secano con agua disponible, el pistacho muestra un interés destacable cuando las condiciones climáticas son las adecuadas. En este caso la intensificación del cultivo puede aportar una reducción del período productivo y una mayor rentabilidad. Se exponen los principios acerca de dicho concepto.
Frutos secos: los secanos frescos y posibilidades del almendro ecológico en seto
Uno de los problemas crecientes en las zonas rurales de importantes regiones de España como Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura o Aragón (Figura 1), donde el cultivo de los cereales está generalizado, es el riesgo de despoblación (Figura 2) ligado en gran parte a la falta de rentabilidad de los cultivos extensivos.
La rentabilidad de los cultivos extensivos es cada vez más limitada en España debido a su dependencia de las ayudas de la PAC, que en los últimos años han ido disminuyendo de forma progresiva y así se prevé que ocurra en la nueva post 2020. En la Tabla 1 se exponen, para producciones en secanos frescos, el margen neto por hectárea para cebada, trigo duro o girasol. Puede observarse que no superan en mucho los 300 €/ha y año, cantidad muy reducida para mantener una renta viable a empresas agrarias de pequeña o media dimensión.
La pluviometría anual presenta una gran variabilidad entre regiones y localidades de España (Figura 3). La precipitación anual, su distribución en el tiempo, el tipo de suelo y su capacidad de retención, van a determinar la aptitud de una zona concreta a un cultivo leñoso como el almendro. Una vez conocidas las características edafo-climáticas concretas, el modelo propuesto se basa en tres componentes: un copa de pequeño tamaño o seto, con variedades autofértiles de floración tardía para escapar a las heladas primaverales, de recolección precoz o media para reducir el período de consumo de agua y procedentes de propagación “in vitro” o “micropropagación” (Figura 4). Ello resulta en árboles genéticamente iguales o “clones”, con un estado sanitario garantizado y con un sistema radicular adaptado a las condiciones de secano.
El modelo propuesto se encuentra en fase de validación en centros de investigación y parcelas comerciales de diferentes regiones de España. Para secanos frescales, el potencial productivo del modelo propuesto, siendo prudentes, se estima entre 500-600 kg/ha y año de almendra grano que aportará el mayor valor añadido si es ecológica. Esta alternativa puede constituir una opción productiva para amplias zonas de España con condiciones edafo-climáticas de buena aptitud para esta opción productiva.
Frutos secos: el pistacho y que nos puede aportar la intensificación del cultivo
Una tendencia en todas las especies de frutos secos y frutales es hacia la intensificación de las plantaciones para llegar a una reducción del periodo improductivo y obtener mayor eficiencia en el uso de inputs. Con respecto al primer punto, el incremento de la densidad de plantación implica un mayor número de árboles por unidad de superficie, un menor volumen de copa por estar injertados sobre patrones enanizantes o semienanizantes y un mayor coste de plantación. En la Figura 5 se ilustra cómo el aumento de la densidad de plantación en almendro posibilita una entrada en producción más rápida.
En el caso del pistacho la mejora genética en patrones ha posibilitado su mejor adaptación a condiciones edáficas concretas y ha mejorado su productividad, siendo actualmente los patrones UCB-1 y Platinum de vigor medio-alto los más plantados, por ejemplo en California y en España. Con respecto a la intensificación y su potencial interés para el pistacho, las experiencias de Irán indican que es viable. Así se demuestra que el aumento de la densidad de plantación incrementa la competencia entre árboles y junto con la poda en verde son herramientas que posibilitan el control del vigor.
En España se dispone de diversas experiencias en alta densidad iniciadas recientemente en Navarra (INTIA) y en Caspe (Vivero de Abel). Estas serán completadas con un nuevo ensayo en 4 localidades de España (Lleida, Caspe, Toledo y Córdoba) con los patrones UCB-1 y Platinum con las variedades ‘Kerman’, ‘Sirora’, ‘Lost Hills’ y ‘Golden Hills’, comparando la alta y media densidad como referencia.
En este ensayo participan: Agromillora, CTA-DGA (Aragón), El Vivero de Abel (Caspe), Eurosemillas y CBH. Sean cuales sean los resultados, lo que es cierto es que el pistacho seguirá la senda de la intensificación iniciada por otras especies de frutos secos hace décadas con la adopción progresiva de menores marcos de plantación. Plazos de recuperación de la inversión de 10 años o más, como ocurre actualmente en pistacho, son difícilmente justificables en la fruticultura moderna.
Al final, además de una entrada en producción más rápida, disponer de árboles de volumen más reducido se traduce en una mayor eficiencia de los inputs como los tratamientos fitosanitarios, el agua o los fertilizantes. En la Figura 6 se expone como ejemplo de cómo la reducción del volumen de copa y el cambio de su forma, unido a la mejora de los equipos de tratamiento, permiten reducir significativamente las pérdidas por deriva, el volumen aplicado y consecuentemente su eficiencia.