El hábitat generado por este bosque de matorral supone un atractivo reclamo para innumerables especies animales que encuentran en él un refugio idóneo donde vivir
El encuentro
Paseábamos una temprana mañana de otoño, montados en un todoterreno con los dueños de la finca ‘Villa del Río’, realizando una rutinaria visita técnica al Olivar en Seto que 20 años atrás habíamos plantado en esta finca, la cual se encuentra situada en la Campiña Alta de Córdoba. La explotación consta de 161 hectáreas, de las cuales plantadas en seto hay 61, las cien restantes lo están de olivar en copa, que es el cultivo que abunda en esta zona y que se extiende por todos los municipios colindantes.
La plantación en seto vista desde el cielo se percibe como un bosque de matorral alienado, rodeado por un mar de olivos en copa. Desde la parte más alta de la hacienda, mirando hacia el norte, se divisa a lo lejos las estribaciones de Sierra Morena. Recuerdo que nos llamaba la atención la gran cantidad de zorzales y conejos que veíamos por doquier conforme nos adentrábamos por el laberíntico bosque de setos perfectamente alineados. Llevábamos las ventanillas bajadas y el repertorio de cantos de aves silvestres nos acompañaba como música de fondo en nuestra animada charla técnica, mientras transitábamos de manera pausada por una de las calles de servicio que atraviesan la finca de este a oeste.
Durante la visita íbamos mirando detenidamente los líneos de olivos y haciendo las observaciones oportunas sobre el estado de los árboles, su carga y el grado de maduración en el que se encontraban los frutos de cara a su inminente recolección, cuando, de repente, ante la sorpresa de todos, emergió de una de las calles del seto de nuestra izquierda un imponente lince ibérico.
Venía tranquilo, al vernos no aceleró el paso, ni cambió su trayectoria, cruzó por delante nuestra y se paró justo en mitad del camino. Durante unos segundos el animal permaneció quieto, mirándonos atentamente, con pose erguida, sin mostrarnos ningún atisbo de temor o miedo, como si fuésemos nosotros los intrusos a los que él hubiera sorprendido intentando entrar en los dominios de su bosque. Instantes después retomó de nuevo su marcha, como si nada, adentrándose en el seto de nuestra derecha tranquilamente y desapareciendo de nuestra vista.
No dábamos crédito a lo que acabábamos de ver, a plena luz del día, un lince ibérico y en un olivar en seto, nos parecía algo totalmente inaudito. Ante nuestra evidente cara de sorpresa los dueños nos explicaron que no era la primera vez que lo habían observado en la finca, que en otras ocasiones trabajadores suyos aseguraban haberlo visto también a lo lejos, con lo que parecía una cría, así como también afirmaban haber observado en alguna ocasión merodear a un gato montés, el cual decían había preñado a una de las gatas que tenían en el cortijo, algo que los propios dueños habían podido constatar al ver en sus crías rasgos heredados de estos felinos, como era su característico rabo.
Les preguntamos si los avistamientos de estos felinos se habían producido también en el resto de la finca y nos dijeron que no, que siempre habían ocurrido en el Olivar en Seto, que era donde mayor cantidad de conejos y animales se concentraban de toda la finca. Algo que, por otra parte, no nos sorprendía demasiado, porque aunque el lince era la 1ª vez que lo habíamos visto, en otras muchas visitas técnicas realizadas a diferentes plantaciones en seto, habíamos podido observar evidencias claras de una gran presencia de fauna animal en este nuevo bosque de olivos, como perdices rojas, zorzales, liebres, conejos, zorros, jabalíes, águilas perdiceras, etc.
Puesta en marcha del estudio
Esto nos hizo en Todolivo reflexionar y cuestionarnos porqué estos y otros muchos animales elegían el Olivar en Seto como su hábitat preferido para vivir y/o cazar en él. Así que a los pocos días decidimos despejar nuestras dudas y contactamos con la bióloga Patricia Cosano Pérez (nº colegiado 3469) a la que dimos el encargo de realizar un estudio sobre la fauna existente en esta plantación de Olivar en Seto.
Metodología del estudio
Para realizar el estudio y muestreo de la fauna en la finca ‘Villa de Río’ (Córdoba), se ha escogido el método científico de transectos lineales que consiste en establecer sobre la zona objeto de estudio, líneas de muestreo paralelas que sirven al técnico como referencia para la realización del conteo en el muestreo animal, ya sea al amanecer o al atardecer, según las especies en estudio.
También se hicieron uso de múltiples cámaras de espera automáticas, distribuidas de forma estratégica por diferentes zonas de la finca: éstas son capaces de registrar y documentar movimientos de animales a cualquier hora del día, así como también se procedió al análisis tanto de excrementos como de huellas de animales encontrados sobre los transectos lineales (líneas de muestreo) situados en las calles del Olivar en Seto, los cuales junto con las cámaras han servido de gran ayuda para complementar este estudio faunístico. El recorrido total muestreado a través de estos transectos lineales ha sido de 9 km y 262 m.
Los resultados
Tras el minucioso muestreo realizado por la bióloga Patricia Cosano en las 61 hectáreas que conforman el Olivar en Seto de la finca ‘Villa del Río’ se han contabilizado numerosos animales que a continuación exponemos:
Lince ibérico
Respecto a lince ibérico (Lyns pardinus) se han identificado tres individuos: un macho (figura 1 y 5), una hembra (figura 2) y una cría (figura 6). La razón por la que estos grandes depredadores acuden a cazar a la plantación de Olivar en Seto y no a otras zonas de la finca, es por la abundancia de conejos existentes en ella. Hay que tener en cuenta que estos pequeños mamíferos suponen entre el 70 y el 95% de la base de la dieta de estos felinos. El consumo estimado por individuo es de al menos un conejo al día para poder sobrevivir. En la Figura 7 se puede apreciar la estrategia de caza implementada por una pareja de linces: en ella se ven como avanzan de forma conjunta por una misma hilera de seto, cada uno por una cara diferente, para de esta forma poder acechar y sorprender mejor a sus presas.
Aunque los hábitos horarios de estos felinos suelen ser crepusculares, la multitud de fotos captadas por las cámara de fototrampeo nos desvelan unos hábitos horarios en esta finca de rango muy amplio y variado, lo que indica que su presencia aquí no es accidental, sino que han encontrado en este bosque de setos un hábitat ideal donde poder reproducirse y alimentarse dado que encuentran en él buena parte de su sustento alimentario necesario.
Conejo
En la observación realizada durante el recorrido de los diferentes transectos de la explotación en seto, se observaron al menos 123 conejos, pero las fotos captadas por las múltiples cámaras de fototrampeo colocadas de forma estratégica en la finca indican que la población real es superior a esta cifra. Cabría preguntarse el porqué de esta mayor densidad de estos pequeños mamíferos en el seto respecto de otras zonas de la finca donde su presencia es muy inferior. La razón es sencilla: la disposición de los olivos en seto permite su unión formando largas hileras de masa vegetal que se asemejan mucho al matorral existente en el bosque mediterráneo.
Éste le proporciona al conejo cobijo y protección frente a sus depredadores, ocultándolos a la vista de éstos y facilitándole en caso de peligro, una rápida vía de escape. La presencia de estos animales en la plantación de Olivar en Seto no supone un problema en la explotación puesto que en olivos adultos no provocan daños. Sin embargo, juegan un importante papel en el equilibrio de este nuevo ecosistema de bosque mediterráneo, puesto que son la base de la cadena trófica y su existencia hace posible la de otros muchos animales.
Zorro
El zorro común (figura 10), aunque es un animal omnívoro y de dieta muy variada, en esta finca los conejos suponen su principal fuente de alimentación, ya que dispone de un gran número de ellos para satisfacer sus necesidades alimentarias diarias. En el Olivar en Seto encuentra un lugar ideal donde poder cazar, debido a la biodiversidad animal existente y a que el bosque de matorral le permite no solo ocultarse cuando sea necesario, sino también realizar la aproximación a sus presas sin ser visto para así poder sorprenderlas.
Jabalí
Otra de las especies que hemos podido encontrar en la finca ha sido el jabalí, el cual solo ha podido ser visto a través de las cámaras (figura 11), ya que suele ser de hábitos predominantemente nocturnos. El jabalí es omnívoro y aunque su dieta está basada principalmente en vegetales, también la complementa con roedores, pequeños conejos e invertebrados como gusanos e insectos.
Gato montés
El hábitat del gato montés (figura 12) suele ser el bosque mediterráneo donde abunde el matorral y bosques caducifolios, aunque se encuentra repartido por toda la Península Ibérica. Suelen ser animales muy esquivos que rehúyen de la presencia humana. Sólo ha podido ser detectado a través de las cámaras de fototrampeo, puesto que a plena luz del día no se ha dejado ver.
A través de las cámaras se han podido tomar imágenes de varias especies que no se sabía de su existencia en esta finca, cómo la cabra montesa (Capra pyrenaica), el meloncillo (Herpestes ichneumon) y el tejón común (Meles meles).
Meloncillo o mangosta
Este mamífero (figura 13) es la única especie de mangosta presente en Europa. Es de los pocos carnívoros diurnos, aprovecha la luz del día para cazar y evitar así a sus principales depredadores como el zorro y el lince. Se alimenta principalmente de conejos, roedores y reptiles, así como también de pequeñas aves e insectos.
Tejón común
En cuanto al tejón común (figura 14) pertenece a la familia de los Mustélidos, este mamífero de complexión robusta y patas cortas, es omnívoro y se
alimenta de pequeños roedores, conejos, lombrices, insectos, raíces, frutos y cultivos herbáceos. Es de hábitos nocturnos, pudiendo comenzar sus salidas al crepúsculo.
Cabra montesa
Se ha obtenido imágenes de una cabra montesa (figura 15) en el centro de la finca, aunque sólo se ha visto en un día, por lo que cabe deducir que podría estar de paso.
Zorzal común
Esta ave migratoria (figura 16) es omnívora y se alimenta de invertebrados, aceitunas y semillas. Comienzan a llegar a España a finales de agosto y
permanece aquí hasta marzo, donde migra de nuevo hacia Centro y Norte Europa (Inglaterra, Alemania y Escandinavia). Su hábitat invernal preferido son los olivares y matorrales de las campiñas y sierras bajas, razón por la cual se siente especialmente atraído por este nuevo bosque de Olivar en Seto.
Rabilargo ibérico
Este pequeño córvido de larga cola azul es omnívoro. Es una especie muy gregaria, forma grupos más o menos numerosos, suelen hacer una vida sedentaria, por lo que cuando ocupan un territorio no suelen salir de él y, por lo que hemos podido observar, encuentran en este nuevo bosque de matorral mediterráneo un lugar idóneo donde vivir.
Conclusión
El Olivar en Seto se configura como un nueva forma de bosque de matorral mediterráneo que genera una gran biodiversidad animal en torno en él. Allá donde se establece supone un atractivo y un hábitat estable para multitud de animales que encuentran en él un lugar idóneo donde refugiarse, alimentarse y/o reproducirse.
Además, la evolución con la que actualmente trabajamos y que denominamos ‘Sistema Todolivo Olivar en Seto® de marco amplio’ contribuye a
mejorar la sostenibilidad del planeta, dado que posee un balance de Huella de Carbono muy positivo (alrededor de 2.900 kg CO2/ha/año) y requiere de un menor consumo de insumos y recursos naturales.