El almendro en seto supera con nota la prueba del cambio climático
Este tipo de conducción y la elección de variedades extratardías han permitido al cultivo sortear las trampas de un difícil 2022. Los rendimientos no se han visto afectados por las heladas de abril y no han acusado las altas temperaturas del verano
Este año el almendro de regadío en seto ha tenido buenas producciones, con una primavera que le ha sido favorable y un verano de temperaturas elevadas, pero que ha podido sortear gracias a su forma de conducción, como destaca Benjamín Crespo, responsable de Leñosos de Agromillorapara el norte de España. También han ofrecido un buen rendimiento los almendros de secano que disponían de riego de apoyo.
Las variedades de almendro que la compañía planta en Castilla y León son de floración extratardía. Por eso los árboles se libraron de las heladas de abril y florecieron sin contratiempos. “El resultado ha sido un buen año de almendra, algo en lo que coinciden todos los productores con los que estamos en contacto”, apunta Crespo.
Podemos estar ante una de las fórmulas más viables para hacer frente al cambio climático, teniendo en cuenta la capacidad de resistencia de estas plantas, su forma precoz de entrar en producción y los rendimientos que ofrece un árbol adulto: 2.000 kilos de pepita (sin cáscara) por hectárea, que a los precios actuales garantiza la rentabilidad.
En plena producción
“Hablamos de precocidad porque una planta de apenas dos años ya da su primera cosecha y a los cinco años ya está en plena producción”, recalca el responsable de Agromillora.
El agricultor que busca alternativas a los cultivos tradicionales debe tener en cuenta que la inversión es relativamente pequeña y que el plazo de amortización está entre los cuatro y los cinco años. A partir de ahí se producen las producciones más importantes, que se prolongan durante 20 o 25 años, “con lo que la rentabilidad está más que garantizada”.
No se puede perder de vista que la demanda mundial de frutos secos es muy importante y va en aumento, con lo que los precios siempre van a ser interesantes. “Sobre todo en el caso del almendro ecológico, cuyo fruto se paga más del doble que el convencional”.
Una de las ventajas agronómicas del almendro en seto es que se trata de paredes vegetativas 100% productivas, con 2,5 metros de alto y 80 centímetros de ancho, que permiten emplear todo el suelo. Este formato hace de él un cultivo absolutamente eficiente, que aprovecha hasta la última gota, por ejemplo, de las aplicaciones con el atomizador.
La labor divulgativa de Agromillora va calando y cada vez más agricultores se interesan por este tipo de cultivo leñoso. “Su objetivo no es sustituir a los cultivos tradicionales, sino complementar su explotación con una fórmula que aporta seguridad y rentabilidad”, señala Crespo.
Rentabilidad
Las ventajas del almendro de regadío se ponen de manifiesto, por ejemplo, en comparación con la remolacha. “Demanda la mitad de agua y supone el triple de ingresos para el agricultor”, subraya. Los agricultores que ya conocen el viñedo o los frutales están familiarizados con este tipo de cultivo, si bien Agromillora ofrece asesoramiento técnico a todas las plantaciones.
Las principales zonas productoras se concentran en el sur de Palencia, el oeste de Segovia y las provincias de Valladolid y Zamora, donde las temperaturas son más adecuadas. En muchos casos, además, el agricultor que incorpora el almendro a su explotación es también viticultor, con lo que puede dar un nuevo uso a su maquinaria, desde el atomizador y la despuntadora hasta la cosechadora.
Lo que está claro es que los leñosos tienen un horizonte despejado en Castilla y León. Incluso más allá de la zona más apta para el almendro. “Allí donde no llega el almendro llega el avellano”, destaca Benjamín Crespo, “un cultivo muy interesante para la comunidad, muy mecanizado y que va a crecer mucho en los próximos años”.
“Su marco de plantación más habitual es de cuatro metros por dos y es muy fácil de gestionar, siempre que se acierte con la variedad”, remacha.
Ventajas del almendro en seto
-Máxima eficiencia en el uso de inputs.
-Incrementa la rentabilidad y la sostenibilidad.
–Mecanización total.
–Precocidad productiva.
-Mayor retorno de la inversión inicial.
-Mejor calidad de fruto (no toca el suelo).
-Rápida y eficiente cosecha mecanizada.
-Mínima incidencia de enfermedades.
-Muy adecuado para agricultura ecológica.
Fuente: CampoCyl