Gran parte de la producción frutícola ha evolucionado a sistemas más intensivos y precoces, de manejos más sistemáticos, buscando por una parte un más rápido retorno de la inversión, y por otra, una mayor facilidad en los manejos. Tal vez sea este un buen momento para un golpe de timón en el caso de la cereza.
La temporada de cerezas 2020-2021 ha sido de aprendizaje y ajuste, lo que nos invita a meditar acerca de cuál es la mejor manera de producir de aquí en adelante. Se han hecho ya muchos análisis de la situación, y no es necesario a esta altura profundizar. Ante este nuevo escenario, y proyectando una progresiva vuelta a la normalidad previa a la Pandemia, es donde llega la inquietud: seguimos igual o ¿repensamos?
Cerezos en Alta Densidad
Agromillora, adelantándose a esta nueva realidad en varios años, estableció un primer ensayo en Teno (en el centro de la región más relevante en cuanto a producción de cerezas) el año 2016, que consiste en la formación de setos muy estrechos y bajos, 100% peatonales, sobre portainjertos de medio y bajo vigor.
Dentro de los puntos que se han logrado validar con este ensayo, que ya ha sido base para la plantación de un par de huertos más, en la zona de Molina, están los siguientes:
- Huerto 100% peatonal, sin escaleras.
- Plantación en seto, sin estructura.
- Podas mecánicas en Primavera y Verano.
- Rápidas entradas en producción.
- Óptimos mojamientos con productos foliares, con menos agua y potencia.
- Mayor eficiencia en el uso del agua de riego.
Este ensayo está bajo el alero del sistema SES (Sustainable and Efficient Solutions), que se ha implantado con éxito en diferentes especies, tales como Olivos, Almendros y Ciruelos, entre otros, y los portainjertos más apropiados son, dependiendo de una serie de factores, MaXma 14, Gisela 5, Gisela 6, y este año comienza la evaluación de Michigan State University: Clinton, Lake y Crawford.
