Estamos asistiendo a los mayores cambios tecnológicos experimentados por la humanidad desde la revolución industrial. Cambios que afectan a todos los sectores de la economía y a los que la agricultura y la producción de alimentos no son ajenos. El aumento previsible de la población mundial hasta los 10 billones de habitantes en 2050 requerirá un incremento en la producción de alimentos del 30%. A ello se une la menor disponibilidad del suelo agrícola por la erosión, la desertificación, la presión urbanística y el cambio climático. ¡Habrá que producir más alimentos con menos recursos!
La hoja de ruta de la nueva PAC 2023-2027 viene caracterizada por las políticas verdes que emanan del Pacto Verde y de las estrategias “del campo a la mesa” y “de la biodiversidad”, que obligaran a una importante reducción del uso de pesticidas, de fertilizantes y a un aumento de la producción ecológica. A ello hay que añadir los objetivos de neutralidad climática en las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2050, de los cuales la agricultura es responsable en un 17%. Todo ello está a la vuelta de la esquina y no hay otra forma de alcanzarlos que mediante un uso eficiente de inputs y una producción ambientalmente sostenible. Eficiencia que vendrá de la mano de los modelos agronómicos basados en el mejor material vegetal, plantaciones intensivas con árboles de pequeño volumen y copas bidimensionales, y una tecnología de producción basada en la mecanización, la robótica y la digitalización.
La hoja de ruta de la nueva PAC 2023-2027 viene caracterizada por las políticas verdes que emanan del Pacto Verde y de las estrategias «del campo a la mesa» y «de la biodiversidad»
En los cultivos leñosos el proceso productivo se basa en tres pilares: material vegetal (patrones y variedades), sistema de conducción adoptado y tecnología de producción que incluye a productores, técnicos y empresas proveedoras de tecnología. Todo ello deberá combinarse de forma eficiente para a partir de las variables suelo-clima-planta, obtener producciones óptimas en cantidad y calidad, y al menor coste posible. Y es que en frutales entre el 60 y el 75% del coste de producción corresponde a los inputs, en particular mano de obra, productos fitosanitarios y fertilizantes.
La digitalización, basada en el uso y aplicación de las tecnologías disponibles nos proporciona datos de ayuda para tomar mejores decisiones de manejo en los cultivos gracias a la información que nos proveen y forma parte fundamental en el reto de crear sistemas de cultivo agro-sostenibles. Además, es la base de una agricultura de mayor precisión en “el cómo y el cuanto” del uso de los inputs. Los softwares agrícolas deberán ser capaces de aglutinar toda esta información (suelo, clima, satélite, cultivo, tareas…) bajo un mismo paraguas. Hay que ver el pack tecnológico, no como un objeto de negocio exclusivo de las empresas proveedoras, sino como una herramienta de ayuda a la toma de decisiones a disposición de los agricultores para que sus empresas sean más competitivas.
Bienvenidos a la agricultura del presente y del futuro, con la mirada puesta en la innovación para un uso eficiente de insumos y una producción sostenible tanto ambiental como socialmente y de las rentas de los productores.
Para ello es necesario pasar de las decisiones basadas en la “intuición” a las basadas en “la ciencia y en los datos”. La información y la formación serán los pilares básicos para todos aquellos que quieran permanecer en el sector productor. Decisiones como por ejemplo cuando aplicar un tratamiento fitosanitario y aplicarlo a dosis variable o con un equipo autónomo, aplicar el herbicida solo dirigido a las malas hierbas, conocer cuando es el momento óptimo de regar y con qué cantidad, o el momento de realizar el aclareo químico de frutos o poder realizar un aforo de cosecha.
Y como no disponer de equipos robotizados para el aclareo de flores, frutos o para la recolección o la poda. Este es el pack de innovación tecnológica que posibilitará una gestión más eficiente de inputs y una reducción de los costes de producción. Mas ciencia y tecnología, menos inputs. Hay que “hacer más con menos”, este es el concepto de “intensificación sostenible” propuesto por la FAO.
Es con el objetivo de aportar información detallada sobre la innovación tecnológica que se ha planteado el presente monográfico núm. 38 de OLINT. El material vegetal en el Horizonte 2030, los modelos agronómicos 2D, la agricultura 4.0, las nuevas tecnologías de aplicación tratamientos fitosanitarios y de recolección, de monitorización del riego, del abonado, nuevos productos nutricionales, aforos de cosecha, imágenes satelitales, sensores clima-suelo, software de predicción micro climática y de gestión, recolección robotizada o agro-inteligencia, son algunos de los aspectos abordados en el presente número. Siendo conscientes de que la lista de innovaciones es inacabable, hemos querido aportar en este número una muestra de lo más destacable y que se ampliará en números sucesivos.
Ignasi Iglesias, Technical Manager de Agromillora Group
