Estudio de las características del suelo para obtener la máxima expresión del viñedo

Compartir noticia

Estudio de las características del suelo para obtener la máxima expresión del viñedo

La realización de mapas de suelos es todavía en muchos países una práctica poco habitual teniendo casi siempre un enfoque científico- universitario y en ocasiones poco adaptado al deseo práctico del viticultor

Aunque es ampliamente discutido y aceptado por la comunidad vitivinícola la influencia que los suelos tienen sobre la producción y en consecuencia sobre la calidad final del vino, es sin embargo todavía poco frecuente el estudio detallado de las características de dichos suelos.

New call-to-action

Durante mi experiencia en Australia he podido observar el enfoque que los gobiernos de los diferentes estados del país tienen sobre la obligatoriedad de la realización de mapas de suelo como requisito previo al desarrollo de nuevas plantaciones. Mediante los mapas de suelo no solo se consigue minimizar el impacto medioambiental sobre los recursos naturales existentes sino que ha permitido a los viticultores optimizar el uso del agua, suelo y al mismo tiempo diseñar las plantaciones (patrones, variedades, riego, manejo) según el tipo de suelo y estilo de vino deseado.

En Australia es una practica habitual que las bodegas en las nuevas plantaciones analicen el mapa de suelos y “recomienden” al viticultor la variedad-patrón a plantar en cada zona antes de firmar un contrato por la compra de las uvas.

Beneficios de los mapas de suelos

a.-  Antes de la compra de una finca para conocer con detalle el potencial agronómico de las distintas zonas y sus limitaciones convirtiéndose en una herramienta para negociar el precio.

Por ejemplo si en una finca de 400 ha, se observan 100 ha con problemas de salinidades y otras 50 ha con capas freáticas cerca de la superficie con arcillas compactadas, el precio de estas 150 ha se  negociara a un precio menor que el resto.

b.- Antes de la plantación para identificar los diferentes tipos de suelos y su distribución en la finca con la finalidad de:

Mapa con los diferentes tipos de suelos que permitirá una selección de los patrones más adecuados y una sectorización del riego.
Mapa con los diferentes tipos de suelos que permitirá una selección de los patrones más adecuados y una sectorización del riego.
  • Seleccionar el patron que mejor se adapte al vigor potencial del suelo para incrementar la uniformidad del viñedo.
  • Determinar el conjunto variedad-clon-patrón según el estilo de vino deseado y tipo de suelo.
  • Seleccionar el sistema de riego (gotero, aspersores, microjets, etc.) y  características del mismo (precipitación).
  • Realizar el diseño de la instalación de riego según los diferentes tipos de suelos (Unidades de manejo del riego IMU). Los sectores de riego serán independientes y permitirán regar en función de las características edáficas y de la planta (variedad-patrón, edad, vigor, calidad y producción deseada, etc.).
  • Determinar el tipo e intensidad de las enmiendas de forma independiente según los requerimientos de cada tipo de suelo.
  • Realizar un plan de fertiirrigación específico para cada tipo de suelo.
  • Instalar las unidades de monitorización de la humedad del suelo en cada IMU.
  • Identificar y delimitar zonas de la finca con limitaciones (ej. altos contenidos de arcilla, sodicidad, alcalinidad, problemas de drenaje, acidez, etc.).

Una de las finalidades de los mapas de suelos es evitar agrupar tipos de suelos diferentes (fotografías 3 y 4) en el mismo sector ya que originaran problemas en el manejo del viñedo,  afectando en último término a la calidad de las uvas. Los diferentes tipos de suelos requieren patrones y manejos distintos para reducir la variabilidad del viñedo e incrementar la calidad de la vendimia.

Cuando los patrones no están seleccionados según las condiciones (vigor potencial del suelo) que satisfacen sus características, se comportan como demasiado vigorosos o con poco vigor en comparación con el patrón más adecuado para dicha situación.

Por ejemplo: la selección de un patrón vigoroso (Ramsey) en un suelo profundo de textura arcillosa originara en muchos casos un exceso de vigor con vegetación abundante que será difícil de controlar actuando como un factor limitante en la calidad de las uvas. El problema puede agravarse si además se selecciona una variedad de alto vigor (Shiraz).

Conocer el vigor potencial del suelo permitira la selección de los patrones adecuados para obtener viñas equilibradas.
Conocer el vigor potencial del suelo permitirá la selección de los patrones adecuados para obtener viñas equilibradas.

c.- Cuando la plantación ya esta realizada los mapas de suelos permiten;

  •  Establecer relaciones entre el tipo de suelo, vigor de la canopia, calidad de las uvas y del vino.
  •  Adaptar las técnicas de manejo a cada situación particular.
  •  En algunas ocasiones rediseñar la instalación de riegos.
  •  Aplicación de aspectos de la viticultura de precisión para reducir la variabilidad en el viñedo
Los mapas de producción están altamente relacionados con la distribución y variabilidad de los suelos. Agrupando y manejando suelos de las mismas características se conseguirá reducir la variabilidad del viñedo e incrementar la calidad final de las uvas.
Los mapas de producción están altamente relacionados con la distribución y variabilidad de los suelos. Agrupando y manejando suelos de las mismas características se conseguirá reducir la variabilidad del viñedo e incrementar la calidad final de las uvas.

 

Incluso los estudios de suelos realizados a posteriori de la plantación permiten readaptar las prácticas de manejo e incrementar la calidad de las uvas.
Incluso los estudios de suelos realizados a posteriori de la plantación permiten readaptar las prácticas de manejo e incrementar la calidad de las uvas.

Conclusión

Es ampliamente asumido por los viticultores, técnicos y propietarios de las bodegas que el vino de “calidad” empieza en el viñedo y en consecuencia los tipos de suelos tiene una alta influencia en la viabilidad y potencial del proyecto vitivinícola.

En el establecimiento del viñedo y la bodega se realizan importantes inversiones (postes, instalación de riego, material de plantación, maquinaria de vinificación, etc), pero las características del suelo, su variabilidad e influencia en la plantación son frecuentemente olvidadas aunque solo representan entre el 1 y 2 % de los costes del proyecto.

La necesidad del estudio de suelos es habitualmente puesta de manifiesto a posteriori de la plantación cuando aparecen problemas asociados al rendimiento productivo (crecimiento, falta de calidad, producciones, etc.) siendo en muchos casos problemas difíciles de resolver y de alto coste.

El conocimiento de los diferentes tipos de suelos de la finca y la posibilidad de seleccionar y realizar un manejo especifico para cada asociación suelo – patrón-variedad permite mejorar la calidad de las uvas, del vino y en consecuencia la rentabilidad económica de la inversión.

Portainjertos M. Ahorro de agua y solución para la salinidad del suelo

VCRAgromillora lleva ya años colaborando con la Universidad de Milán en un programa de mejora genética que ha permitido obtener una serie de portainjertos de nueva generación. Son los portainjertos M, “que son los más sostenibles del mercado, ya que permiten reducir el consumo de agua en un 40% sin que la uva pierda en cantidad ni
en calidad”, señala Benjamín Crespo, responsable de Cultivos Leñosos de la compañía.

Es algo que se pudo demostrar en el muy seco 2022 en diferentes partes de Europa, donde se padecieron elevadas temperaturas y una sequía prolongada. “Fue el caso de la Toscana, en Italia, donde el viticultor tuvo producción precisamente gracias a los portainjertos M”, subraya Crespo.

En el mundo de la viticultura “llevamos más de cien años trabajando con los mismos portainjertos y gracias a la labor de VCRAgromillora el viticultor dispone de un abanico más amplio” con el que hacer frente a los cambios producidos en los suelos, “y sobre todo a la evolución experimentada por el clima”.

Y es que dentro de esa nueva gama de portainjertos M encontramos algunos muy resistentes a clorosis férrica, a salinidad, a la vez que presentan un reducido vigor y unos racimos más sueltos. “Estamos ante uno de los cambios más importantes en viticultura en mucho tiempo”, subraya Crespo.

Bibliografía

 Dry N. Grapevine rootstocks. Phylloxera and Grape Indudtry board of South Australia. 2007.

Rius X. Apuntes de Viticultura Australiana. Editorial Agrolatino. 2005

No te pierdas ninguna historia.

Recibe nuestro resumen semanal con las últimas noticias, artículos y recursos.

SUBSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER