El cultivo del olivo ecológico o biológico superintensivo es una oportunidad para mejorar la rentabilidad de las empresas olivícolas, en este artículo te explicamos cómo.
Cultivo del olivo en Europa
La olivicultura en los países europeos (España, Italia, Grecia), cuna del cultivo del olivo, muestra síntomas cada vez más evidentes de crisis. La causa hay que buscarla en los elevados costes de producción en un mercado global con tendencia a precios del aceite de oliva más propios de productos catalogados como commodities. A esta realidad última sólo escapan algunos prductos exclusivos ligados a marcas reconocidas como IGP (Indicación Geográfica Protegida) o DOP (Denominación de Origen Protegida).
Bajo su paraguas, permiten asegurar “medianabuena” rentabilidad a los agricultores en Italia. Tal estado de dificultad se ve agravado por el crecimiento de la olivicultura en los países de norte de África, caracterizados por los bajos costes laborales; y los nuevos actores que aparecen en el escenario mundial: Argentina, Chile, Australia, etc. Estos países realizan plantaciones con un elevado grado de mecanización y conjugan en una planta, cuyo cultivo se pierde en la noche de los tiempos, toda la innovación disponible, permitiendo así una gestión eficiente y la obtención de mayores beneficios.
Hoy en día el modelo superintensivo es una realidad que permite alcanzar unos resultados económicos satisfactorios, dando así nuevas esperanzas al resurgir de un sector abocado a la idea de una olivicultura ni sostenible ni rentable, y destinada a un declive más o menos rápido, en función de sus situaciones específicas.
Pero ¿qué se puede hacer para tratar de aumentar el valor añadido a nuestros productos? No sólo en términos de cantidad , sino también de calidad y, por lo tanto, crear una oportunidad de negocio adicional para el aceite de oliva producido en Italia? La producción de aceite de olivo que proviene de olivares superintensivos cultivados con métodos orgánicos pueden constituir una oportunidad.
El olivo ecológico en seto intensivo
Seguramente de inicio es difícil ligar la idea superintensivo al concepto de producción ecológica, dos conceptos que parecen en contradicción el uno con el otro.
Por un lado nos encontramos con el modelo superintensivo que requiere, a priori, fuertes necesidades nutritivas e hídricas, así como enormes medidas de protección fitosanitaria; y por otra parte, tenemos una filosofía, que es la base en el método biológico, que prevé reducciones en el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios.
Entonces, ¿cómo es posible esta unión? Muy a menudo, se acostumbra a identificar el ecológico como un método de cultivo poco productivo, que requiere altos costes de producción y que está unido ineludiblemente a las ayudas comunitarias, un ingreso económico que ayuda a equilibrar los balances de las empresas.
En realidad, las cosas no son realmente así. De hecho, es realmente posible gestionar de manera ecológica una plantación de olivo ecológico en sistema superintensivo con unos resultados agronómicos y económicos muy gratificantes. La demostración se ha realizado en un olivar superintensivo de 8 hec (Foto 2) (en crecimientoactualmente) en Brindisi, con las variedades Arbequina y Arbosana de 8 y 6 años de edad.
La finca, que siempre ha cultivado el olivar con el método tradicional, ha decidido emprender un proceso de conversión durante los últimos 3 años del olivar superintensivo al método biológico. Con la ayuda de la asistencia técnica de agrónomos de AgrimecaGrape y Fruitconsulting de Turín (Bari), se han adoptado las opciones técnicas precisas para alcanzar producciones elevadas, y mantener la sanidad y el equilibrio vegetativo del olivar.
El objetivo principal ha sido controlar el desarrollo de enfermedades fúngicas, bacterianas y las plagas. Se ha hecho de la prevención la línea a seguir en el curso de la plantación y en las diversas fases fenológicas.
(ver Tabla 1)
El olivo ecológico en superintensivo: la experiencia
El vigor de la planta, el exceso que puede provocar infecciones fungicidas y bacterianas, además de ataques de plagas, se controla con una gestión adecuada de la nutrición. La nutrición deber ser exclusivamente de origen orgánico, y una racionalización del aporte hídrico.
Todo ello ha permitido obtener los resultados deseados sin comprometer el resultado final. Se ha tenido particular atención en la gestión del suelo, a menudo entendido como un mero substrato inerte, capaz únicamente de producir nutrientes de forma mecánica y agua, y de servir de anclaje a la planta. La interacción entre la planta y el suelo es, sin embargo, mucho más compleja. Es por ello que una gestión incorrecta puede llevar a comprometer el bienestar general de la planta.
Por este motivo en la finca se ha reducido al mínimo el laboreo del terreno, tratando de conservar la estructura y el contenido de la materia orgánica. Además, se han reinterpretado de forma correcta para la buena gestión del olivar superintensivo, algunas prácticas agronómicas y en particular:
- Época e intensidad de la poda
- Modalidad de la gestión del suelo
- Volumen de riego en relación a las distintas fases fenológicas.
- Cantidad, tipología y suministro de los elementos nutritivos
- Metodología de control de los organismos nocivos y posicionamiento de los productos agroquímicos permitidos para plagas.
Todo ello ha sido realizado con el conocimiento que las plantas estresadas no son capaces de activar de manera eficiente sus propios mecanismos metabólicos y fisiológicos. Dichos mecánismos son necesarios para regular sus funciones, pudiendo comprometer así el equilibrio natural que por sí solas son capaces de alcanzar las plantas.
Conclusiones de la experiencia
Al terminar la experiencia, con satisfacción reciproca tanto del propietario de la finca como de los técnicos, se ha podido verificar como el olivar, con el paso al cultivo ecológico, ha mejorado el estado de las propias plantas. Las plantas han resultando más sanas y más equilibradas respecto al método utilizado anteriormente, y mucho menos susceptibles y sensibles a posibles ataques de plagas.
El resultado también ha permitido conservar el mismo potencial productivo inicial de 1200 kg/ha. Además, en un año 2014 especialmente crítico en la zona para plagas como la mosca del olivo; y una elevada calidad de las aceitunas producidas como da muestra el aceite producido en la finca. (Foto 3)
Si te ha gustado este post no olvides visitar este artículo sobre rootpac.