Portainjertos para afrontar el cambio climático
Llega el momento de plantar viñedo, o de replantar las faltas de las viñas viejas. Uno de los formatos novedosos es de 70 centímetros de altura, con más reservas y mayor capacidad de agarre
Ha sido con la llegada de la primavera cuando el bodeguero Juan Carlos Vizcarra ha decidido reponer las faltas en algunos de sus pagos emblemáticos de viñas viejas, y lo ha hecho a través del asesoramiento de VCR y Agromillora. Las viñas nuevas que se han escogido poseen una altura de 70 centímetros, con un portainjerto que mide casi el doble de lo normal, “con más reservas y características más adaptadas para faltas en viñas viejas”, destaca Benjamín Crespo, responsable de Agromillora Iberia en la Zona Norte.
“Con la planta de 70 centímetros el viticultor gana un año cuando el viñedo se conduce en espaldera”
También con el aspecto positivo de que la planta nueva tiene mayor capacidad para competir con las viñas viejas que la rodean, “hasta el punto de que tiene una capacidad de agarre un 30-40% superior a una planta convencional”. Cabe añadir la ventaja de que, con este tipo de plantas, el viticultor gana un año cuando el viñedo se conduce en espaldera. Crespo apunta también el aspecto positivo de que, con esa altura, la planta es menos vulnerable y, por ejemplo, “no necesita ya un protector contra los roedores”.
Portainjertos M, un ahorro de agua del 40%
Desde hace años la compañía colabora con la Universidad de Milán en un programa de mejora genética que ha permitido obtener una serie de portainjertos de nueva generación. Son los portainjertos M, “que son los más sostenibles del mercado, ya que permiten reducir el consumo de agua en un 40% sin que la uva pierda en cantidad ni en calidad”.
El año pasado la Toscana salvó la producción gracias a los portainjertos M
Es algo que se ha podido demostrar el año pasado en diferentes partes de Europa, con elevadas temperaturas y una sequía prolongada. “Ha sido el caso de la Toscana, en Italia, donde el viticultor tuvo producción gracias a los portainjertos M”, subraya Crespo. En el mundo de la viticultura “llevamos más de cien años trabajando con los mismos portainjertos y gracias a la labor de VCR–Agromillora el viticultor dispone de un abanico más amplio”, con el que hacer frente a los cambios producidos en los suelos, “y sobre todo a la evolución experimentada por el clima”.
Original 70 VCR
Para facilitar las prácticas de replantación, la línea Original 70 VCR cuenta con un esqueje portainjerto de 70 centímetros que se puede adaptar en caso de necesidad. Como señala Benjamín Crespo, “Original 70 VCR es la solución para el reemplazo de los viñedos en fase de producción, con la posibilidad de ejecutar tranquilamente esta operación dentro del periodo que abarca desde noviembre hasta junio”, en función de las condiciones ambientales. También se pueden instalar viñedos nuevos con una ventaja evidente respecto a la viña tradicional en lo referente al manejo de las malas hierbas y chupones. “Es una garantía de éxito”, según el responsable de Agromillora.
¿Qué clon?
Cuando una bodega se dirige a VCR y Agromillora, lo primero es conocer el tipo de suelo en el que se plantará y el portainjerto más adecuado a sus necesidades. Pero en segundo lugar es importante tener en cuenta cuál es su objetivo de producción: qué tipo de vino desea producir. “Esa información es necesaria para la elección del clon. Porque hay una gama muy amplia de selecciones clonales de VCR. En el caso de Castilla y León, disponemos de clones de calidad como los obtenidos por Itacyl, además de los que forman parte del catálogo de VCR”.
¿Cuándo plantar?
Participaba en la jornada de plantación Alberto Frutos, de la compañía Cecoga, quien apunta que el momento óptimo para este tipo de labor es el mes de abril, cuando se dan las condiciones de temperatura y humedad adecuadas. “Hay incluso quien prefiere el mes de mayo, para evitar las heladas primaverales”, recalca. El día escogido para trabajar en Vizcarra ha sido “idóneo” porque se daban esas circunstancias. “Es mejor plantar con un suelo seco y que después llueva, o se riegue, que no trabajar con el suelo embarrado”, recalca.
En esta reposición de mermas se han realizado hoyos con la suficiente profundidad para evitar la competencia de otras plantas, con un fondo de sustrato para que la planta disponga de reservas y con riegos frecuentes. Estas plantas están “en condiciones de afrontar el cambio climático”, con elevadas temperaturas y largos periodos sin lluvia. Incluso permitirán defender una viticultura con la mayor insolación posible, gracias a los portainjertos de VCR–Agromillora y a una variedad como la tempranillo, con un carácter que le permite seguir reinando en la Ribera del Duero. “Podemos plantar variedades más tempranas, como la garnacha o la cabernet sauvignon, que nos sirvan como mejorantes del color o la acidez, pero sin perder la tinta del país porque eso sería perder el norte en la enología que hacemos”, apunta Alberto Frutos.
Fuente: Revista Campocyl