Innovación para hacer frente a los retos en la producción de uva de calidad
Jornadas Interempresas organizó el pasado 11 de abril la novena edición de la jornada ‘Cultivo de Viñedo y Calidad de la Uva’ en Aranda de Duero (Burgos). Más de 250 profesionales inscritos tuvieron la oportunidad de conocer los últimos avances relacionados con la innovación en el manejo de la viña y su importancia en la sostenibilidad del sector vitivinícola.
La localidad de Aranda de Duero fue un año más el punto de encuentro del sector vitivinícola en la Denominación de Origen Ribera del Duero. Interempresas Media, a través de sus cabeceras Eneo y Tierras Agricultura, organizaron la novena edición de la jornada ‘Cultivo de Viñedo y Calidad de la Uva’. Un grupo de expertos formado por investigadores y técnicos de empresas referentes en el sector tuvieron la oportunidad de trasladar los últimos avances en torno al manejo de la viña. Más de 250 profesionales se inscribieron a la jornada que contó con el apoyo del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero y el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL).
En la inauguración, Enrique Pascual, presidente de la DO Ribera del Duero resaltó que tanto bodegas como viticultores “siguen apostando por la calidad como seña de identidad de la Ribera del Duero, a pesar de todos los condicionantes actuales y de la legislación que se nos quiere imponer desde Europa”. En el acto intervinieron además el director de AgroBank en Castilla y León, Jesús López; el responsable de la Dirección Territorial Agrarios, Negocio Grandes de Cuentas de Caser, Antonio Martín; y Nina Jareño, periodista de Interempresas Media.
La gestión del agua en el viñedo
La ponencia inaugural corrió a cargo de Diego S. Intrigliolo, investigador científico del CSIC en el Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE-CSIC-UV-GVA). Gracias a su amplia experiencia en este campo, Intrigliolo hizo un amplio repaso de los principales factores que influyen en la relación entre el riego de la vid y la producción y calidad de la uva. Uno de ellos es la aplicación de estrés hídrico entre el cuajado y el envero. “Es una buena herramienta para controlar el vigor de las cepas y reducir el tamaño de la baya, lo que provoca una mayor proporción de hollejo frente a la pulpa, ayuda a controlar la producción y la demanda de fotoasimilados durante la maduración y puede incrementar la síntesis de antocianos durante la posterior maduración de la uva”, constató. El investigador del CSIC advirtió sobre que un estrés hídrico moderado “es beneficioso, pero debe evitarse un estrés demasiado severo”.
En su exposición concedió una parte importante al riego de precisión. “Se pueden dar dosis de riego distintas sin necesidad de sectorizar con electroválvulas y los fabricantes de material de riego están trabajando en automatizar el proceso de ensamblaje de tuberías con distintas distancias entre goteros”, afirmó. En la parte final de su charla aludió a que aún quedan incertidumbres sobre cómo manejar el riego zonificado, “lo cual seguramente depende de la disponibilidad de los recursos y de los objetivos agronómicos y enológicos”, concluyó.
Como complemento a la exposición del investigador del CSIC, la empresa AZUD ofreció una interesante charla técnica sobre ‘Tecnología y manejo del riego en vid para aumentar la rentabilidad’, a cargo de Joaquín Torretta, ingeniero de aplicaciones en AZUD. Torretta señaló que el riego es la “herramienta fundamental” para asegurar la calidad y el rendimiento del cultivo. En ese sentido, las tres tecnologías más destacadas son: gravedad, aspersión, goteo (y su variable RGS). Se diferencian unas de otras por la inversión y la eficiencia. Frente al 60% de eficiencia que ofrece el riego por gravedad y el 75% de la aspersión, el experto de AZUD aseguró que con el sistema de Riego por Goteo Subterráneo (RGS) este porcentaje se eleva hasta el 97%. Puso como ejemplo un caso práctico llevado a cabo en Ciudad Real, donde el sistema RGS generó un ingreso de 717 euros brutos extra por hectárea frente al Riego por Goteo Superficial/Aéreo (RGA), tras descontar la inversión y los costes operativos.
Ensayo sobre el efecto de diferentes cargas de cosecha
Enrique Barajas, investigador del ITACyL, expuso los resultados de un interesante ensayo sobre los efectos del nivel de rendimiento en las características de la uva y del vino en la variedad Tempranillo. El experto comenzó explicando que el viñedo ha experimentado un aumento generalizado de los rendimientos debido, principalmente, al aumento de la tecnificación del cultivo, “lo que ha acarreado una pérdida de la calidad de la uva en muchos de los casos”.
Una de las conclusiones del trabajo ha sido que, en general, la cata de ordenación de atributos ha demostrado que el vino elaborado a partir del nivel de producción medio es el preferido para muchos de estos atributos, aunque para la calidad global, el nivel bajo de cosecha es elegido en dos de los tres años de estudio. Los resultados de este ensayo se han resumido en un artículo divulgativo que está disponible en la revista Tierras Agricultura (nº 329).
Innovación en la genética de la vid
Uno de los factores determinantes en la productividad del viñedo y en la calidad de la uva es sin duda el material genético disponible. En este ámbito, la empresa Agromillora es un referente gracias a la colaboración que mantiene con Vivai Cooperativi Rauscedo (VCR). Benjamín Crespo, delegado de Agromillora en la zona norte de España, desgranó algunas de las características de las plantas que su empresa comercializa junto a VCR en nuestro país.
Crespo destacó la opción Premium VCR® que, según definió, “supera todos los estándares de producción vistos hasta ahora, con el objetivo de proporcionar al cliente un producto obtenido de acuerdo con el uso conjunto de todas las técnicas e innovaciones disponibles en la actualidad”. Se trata de un producto bajo encargo cuyo cultivo en un ambiente protegido, “además de elevar significativamente la calidad del producto final, permite una reducción considerable del impacto ambiental tanto en términos de productos fitosanitarios utilizados, como respecto a las emisiones de CO2“.
Ejemplos de innovación en bodega
La jornada celebrada en Aranda de Duero dio la oportunidad de conocer los avances en innovación que se están produciendo en bodega, como es el caso de las levaduras utilizadas en las fermentaciones. Miquel Iribarren, Product Manager Fermented Beverages & Food de la empresa Ravago, puso alguno de estos ejemplos en su intervención, como el relacionado con el uso de levaduras ‘viejas’ o poco eficientes en la producción de alcohol para reducir la graduación de los vinos; o el empleo de levaduras diferentes a las tradicionales del género Saccharomyces con el objetivo de reducir el nivel de sulfitos presentes en el vino. Iribarren se refirió a dos levaduras vínicas obtenidas por mutagénesis -no OGM- con propiedades organolépticas mejoradas, comercializadas bajo la marca Maurivin.
El I+D, un elemento esencial desde el campo a la bodega
En la parte final de la jornada se desarrolló una interesante mesa redonda en torno a la I+D en el sector vitivinícola, moderada por Nina Jareño, coordinadora editorial de la revista ENEO. En este foro, Cintia Virumbrales, investigadora de la Universidad de Burgos puso de manifiesto la importancia de la colaboración entre empresa y universidad para impulsar proyectos relacionados con el sector del vino que “mejoren la eficiencia en todos los procesos, desde el campo a la bodega”.
Por su parte, Alberto Tobes, responsable de Viticultura y Enología del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero, hizo hincapié en la oportunidad que suponen las variedades minoritarias en la diversificación varietal de los vinos en esta demarcación. “Es necesario saber adaptar nuestros vinos al mercado, para ello hay que aprovechar ese 25% de otras variedades que la DO permite utilizar al margen de la Tempranillo”. Tobes se refirió en concreto a la variedad blanca Albillo Mayor admitida en Ribera del Duero. “Es una variedad poco agradecida y de manejo complicado pero que puede aportar cosas muy interesantes en el caso de los tintos, como una mayor frescura y complejidad, sin que por ello se pierdan las características propias de estos vinos”.
Biocontrol de mildiu y oídio en vid
Una de las innovaciones que más pueden incidir en el futuro del cultivo son las herramientas de control biológico. Larry José Lara, gerente de la zona norte de Econatur, compartió la información que han recabado en ensayos de campo sobre la efectividad del producto SALIX. La caída de registro de principios activos clave como el Mancoceb, el riesgo futuro de caída del Tebuconazol y la limitación de dosis empleadas (Cobre) incrementa el reto actual de control de enfermedades aéreas.
“Desde una perspectiva de control biológico sin residuo, es necesario poner todo lo que tenemos a nuestro alcance para el control de patologías criptogámicas”, afirmó Lara. En este contexto se ha desarrollado SALIX, buscando una alternativa para el control de enfermedades de difícil control como es el caso del mildiu, activando las defensas de la planta y, ante una máxima presión de la enfermedad, ofreciendo un apoyo a los fungicidas de síntesis mediante la posibilidad de reducción de dosis.
Estrategias sostenibles de adaptación al cambio climático en vid
La ponencia de clausura fue ofrecida por Alicia Pou, investigadora del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV) de La Rioja, sobre las estrategias a seguir para combatir los efectos del cambio climático en la vid. Pou aseveró que los efectos del cambio climático sobre la temperatura “son muy heterogéneos en función de la región donde nos encontremos”. Por esta razón, la geografía de la producción vitícola mundial está cambiando. “Se estima una inadecuación del 49-70% de las regiones vitivinícolas que serán inviables y otras que experimentarán una mejora para sus condiciones, como es el caso de Galicia”, indicó.
La investigadora del ICVV advirtió además que el cambio climático adelanta la fenología y produce un acortamiento del ciclo de la vid, lo que influye en la calidad de los vinos debido al incremento del pH y de los niveles de azúcares y alcohol. “Es necesario establecer técnicas de cultivo para desacelerar ese adelanto del ciclo, a través de material vegetal con ciclos más largos o técnicas de conducciones de la vid, mallas de sombreado ante el aumento de temperaturas…”.
Entre las líneas de trabajo que desarrolla el ICVV en la actualidad, Alicia Pou se centró en la referente al material vegetal (portainjertos, variedades, clones). En su opinión, “es muy difícil implementar nuevas variedades por el efecto psicológico de las limitaciones culturales y administrativas”. Las principales conclusiones de estos trabajos relacionados con la diversidad intravarietal en la variedad Tempranillo son:
- Las vides de viñedos antiguos almacenan un nivel notablemente superior de diversidad intravarietal en comparación con los clones comercialmente disponibles.
- La identificación de clones con maduración tardía, y con beneficios adicionales como la baja acumulación de azúcar o la baja compacidad del racimo, sugiere que se podría seleccionar clones potencialmente más adaptados al cambio climático.
- Este estudio revela la importancia de explorar, mantener y estudiar la diversidad intravarietal disponible en variedades tradicionales en el marco de una viticultura más sostenible.