Agromillora nuevamente marca un hito en la fruticultura.
En Bulnes y Angol.
Los almendros están rompiendo el límite geográfico tradicional en Chile. El riesgo cierto de heladas impedía su expansión más allá de la región de O’Higgins, pero la introducción de variedades de floración tardía está desafiando esa restricción, con excelentes resultados. A ello se suma el desarrollo del Sistema Sostenible y Eficiente (SES, su sigla en inglés), el cual permite mecanizar todas las fases del huerto. Aunque todavía hay mucho por probar, los agricultores que cobijaron las parcelas de ensayos en Bulnes y Angol ya consideran ampliar considerablemente su superficie.
«Esta es tierra de almendros, pero no de almendras”, se escuchaba decir en Bulnes y Angol, porque el riesgo de las heladas de comienzos de primavera no permitía el cultivo de esta especie. Hoy, gracias a las variedades de floración tardía y extra tardía, también podría ser tierra de almendras, como quedó demostrado con el éxito de los ensayos impulsados por Agromillora en predios de agricultores.
El modelo desarrollado por esta empresa va más allá, gracias a la genética del patrón Rootpac 20®, que abre la puerta tanto a la plantación en súper alta densidad como al aprovechamiento de suelos hasta hace poco considerados marginales para la agricultura. Esa es la base que permite una entrada en producción al tercer año y hace posible el manejo totalmente mecanizado, desde la plantación hasta la cosecha, superando uno de los mayores desafíos actuales en la fruticultura: la escasez y alto costo de la mano de obra permitía el cultivo de esta especie. Hoy, gracias a las variedades de floración tardía y extratardía, también podría ser tierra de almendras, como quedó demostrado con el éxito de los ensayos impulsados por Agromillora en predios de agricultores.
“El sistema que nosotros proponemos – explica Antonio Fuentes, Zonal Centro – Sur Agromillora Sur–, está 100% mecanizado desde el día cero: tú plantas, formas el árbol, podas, aplicas y cosechas con máquina. Un manzano, un arándano, un cerezo, por ejemplo, obligan a preguntarse dónde estarás dentro de 10 años: ¿vas a tener gente…?”
OPTIMISMO EN LO PRODUCTIVO Y EN LO ECONÓMICO
Ambas localidades (aparte de otros ensayos en diversas zonas) se evaluaron 5 variedades: Isabelona (“Belona”), Guara, Vialfás, Soleta y Avijor (Lauranne). En Bulnes la plantación se efectuó en junio de 2018; también, en Angol se llevó a cabo entre agosto y diciembre del mismo año. Los almendros se establecieron a 3 x 1 m (3.333 plantas/ha) en los dos casos. Las superficies totales correspondieron a 0,5 y 2 ha, respectivamente.
“Enviaremos las producciones separadas por variedad a diferentes poderes de compra para su proceso -señala Fuentes-. Así nos aseguramos de entregar una información honesta e imparcial, que publicaremos en cuanto la tengamos, y por otra parte, nos sirve para presentar estas nuevas variedades a la agroindustria”
Se estima que la plena producción se alcanza en el año 5. Para Chile se calcula conservadoramente un piso de rendimiento de 2.000 kg de pepa (sin cáscara ni pelón)/ha, lo que al precio de los últimos años significa un ingreso bruto a productor del orden de US$10.000/ha. Sin embargo, en las nuevas plantaciones en riego de España y Portugal se han obtenido producciones sobre los 2.500 kg/ha.
El costo de plantación es de unos US$15.000-US$16.000/ha, aproximadamente, incluyendo el sistema de riego. La inversión inicial es más cara respecto de otros frutales de nuez, como el avellano o el mismo almendro en densidad tradicional, dado que en SES se requieren unas 2.500 a 3.300 plantas/ ha, dependiendo del marco de plantación. No obstante, el retorno es mucho más rápido, pues la entrada en producción se anticipa en varias temporadas, y el costo de manejo se reduce considerablemente.
Una de las ventajas del sistema de súper alta densidad es la economía del recurso hídrico. Cifras ya obtenidas en Chile indican un consumo del orden de 7.000 m3/ha. Agromillora está trabajando con la Universidad de Concepción para cuantificar con exactitud el requerimiento anual de agua y los momentos adecuados de riego para el cultivo del almendro en general y para cada variedad.
LA GENÉTICA HA SOLUCIONADO LAS GRANDES LIMITANTES PREVIAS
Todas las variedades son auto fértiles, por lo que no se necesitan las hileras de polinizantes, que en los sistemas tradicionales tienen fechas de cosecha distinta y obligan a repetir la operación en dos oportunidades.
«Estos cultivares florecen entre 10 y 30 días más tarde que Nonpareil, la variedad de mayor superficie en Chile -especifica Mauricio Zúñiga, Responsable Técnico Comercial, Agromillora Sur-, llegando algunas de ellas a fines de septiembre, primera semana de octubre. Eso permite llevar el cultivo más allá de Rengo, donde se sitúan los últimos huertos de Nonpareil.»
«Las fechas de floración se moverán, días más, días menos, en virtud de la latitud y la distancia con la cordillera -añade Fuentes-. Esto da mucha elasticidad al cultivo, ya que, al tener un abanico tan grande de posibilidades, podemos ver qué variedades tienen potencial para, por ejemplo, el secano interior o costero, el norte de La Araucanía o la precordillera de Maule al sur».
Entre las diversas opciones genéticas de Agromillora, el portainjerto Rootpac 20® es el que mejor se ha comportando en plantaciones de súper alta densidad. Se trata de un híbrido obtenido de un cruzamiento de ciruelos. Reduce el vigor, en un 50% con respecto a los patrones tradicionales, pero con una rusticidad mucho mayor. Se adapta a suelos pesados y resiste anegamientos pasajeros. No tiene raíz pivotante, la mayor parte del sistema radicular se ubica entre lo 50 y 70 cm de profundidad.
ENTUSIASMO DE LOS PRODUCTORES QUE PARTICIPAN DEL ENSAYO
Raúl Medina ha ido transformando la agricultura de su campo Santa Elvira, en Bulnes, región de Ñuble. Cuando lo adquirió era un terreno completamente de secano. Hoy dispone de pozos profundos para el riego en toda la superficie y ha ido virando desde los cultivos tradicionales a la producción frutícola. Ya cuenta con cerezos y avellanos, pero explora otras posibilidades, por lo que en 2018 aceptó «encantado» la propuesta de hacer un ensayo en almendros con Agromillora.
“La verdad de las cosas es que estoy bien contento, porque ha dado resultado; se ve bastante fruta. Este año vamos a plantar 10 hectáreas, ya estamos preparando la tierra. Aunque nos encontramos a la espera de los resultados del análisis de la cosecha, estamos más o menos inclinados por Avijor e Isabelona”.
También Jorge Cortés, de Agroangol SpA, en la región de la Araucanía, se sumó a las evaluaciones de almendros por el interés de diversificar su producción de cerezas con una opción de características muy distintas:
“La idea es buscar una alternativa que signifique menos mano de obra, un frutal que consume menos agua que un cerezo, un manzano u otro que se pueda establecer acá en la zona. Las labores totalmente mecanizadas facilitan la vida y los frutos secos tienen la ventaja de poder guardarlos esperando la oportunidad del mejor precio. Pienso que el almendro es para hacerlo en forma extensiva, pero conviene apurarse antes de que ingresen empresas inversionistas con grandes superficies. Nos gustaría armar un proyecto en invierno del 2022, plantar unas 40 ha. Le tenemos fe a este negocio. Esto apunta también a tener calidad de vida como empresario agrícola, porque frutales como los cerezos, que son joyería agrícola, complicadísimos de trabajar, resultan muy desgastantes”.
Las 2 ha de la parcela de ensayo en Angol, indica, se encuentran en un suelo rojo arcilloso, clase 7, de aptitud forestal:
“Están en una loma, eso ayuda bastante para el tema de las heladas. El campo que compremos deberá tener pendientes, y si hay algún sector que nos dé un poco de riesgo, habrá que ponerle torre de control de helada. Ya estamos acostumbrados a hacerlo con los cerezos y resulta bien, no es caro finalmente, porque te juegas todo: cosechas o no cose- chas, es así la cosa”.
LA VISIÓN DE LOS EXPERTOS EN MECANIZACIÓN
Francisco Flores, KAM de agricultura de New Holland, opina sobre esta innovadora experiencia:
“El almendro en la zona central se produce mucho, pero con otro tipo de cosecha. Acá se están abriendo nuevos horizontes, lo que nos ayuda a aumentar la venta de máquinas cosechadoras para viñas, sin equipo despalillador, con sinfines simplemente. Una vez que los árboles alcanzan su madurez y máxima producción, se precisan unidades más grandes, como las utilizadas en olivos. Yo aconsejaría informarse muy bien de los equipos y sus valores, y estimar el costo por kilo. Esa es la clave para saber si conviene comprar o arrendar una máquina”.
Fabrice ean Baptiste, encargado de la filial del grupo Pellenc para Chile, señala que los productores no deben preocuparse de la disponibilidad de maquinaria:
”Cualesquiera sean las marcas y fabricantes, si ven que hay un desarrollo importante en plantaciones, obviamente van a acompañarlas con sus equipos, los cuales van a ir siendo diseñados y mejorados para una cosecha perfecta en este nuevo cultivo super intensivo. Nosotros tenemos ya cosechadoras de olivos que fueron adaptadas para el almendro en alta densidad en España. Obviamente la demanda en Chile va a venir sola”.
UNA INVITACIÓN A CONSULTORES Y PRODUCTORES DE TODAS LAS ZONAS
«En la zona de producción tradicional del almendro –plantea Antonio Fuentes– cada vez tienes menos agua, la población urbana se acerca día a día, el suelo resulta más y más caro , hagamos la conversión cuando todavía nos “duele” poco: ahora. El potencial en el sur es enorme: agua y suelo disponibles a precios aún aterrizados, clima ventajoso. Solo se puede crecer. Y la parte nuestra es aportar soluciones sostenibles. Creo que no nos equivocamos en extender los ensayos hacia una zona nueva de producción».
“Lo más importante de estas evaluaciones -interviene Mauricio Zúñiga- es que todas las variedades produjeron. Hay almendras. En algunas superaremos los 600 kg de pepa/ ha, al tercer año, lo cual va más allá de las expectativas iniciales. Todavía falta información, hay muchas cosas por verificar, pero lo fundamental se logró».
“Un aspecto importante es que se empiecen a sumar los asesores –invita Antonio Fuentes– para que se familiaricen con el modelo y vean su simplicidad. En la medida que lo vayan conociendo, su tarea será ‘aterrizarlo a cada zona’ y proyectarlo en el tiempo desde la figura de la sostenibilidad del negocio. También es de gran importancia que agricultores extensivos de remolacha, trigo y maíz, puedan optar a un sistema de producción frutal mecanizable que les permita diversificar su matriz productiva teniendo una mejor rentabilidad sin necesidad de aumentar la mano de obra.
Nosotros no hicimos una vitrina solo para Agromillora, o para los productores sureños, sino también para quienes ya tienen almendros en la zona central; esta es, creemos, la única forma en que pueden seguir creciendo, considerando el alza en el consumo de frutos secos a nivel global”.