Desde Viña Costeira en Ribadavia (Ourense), Andrés Rodríguez Gómez, Consejero Delegado, nos describe la casuística y necesidades de gestión técnico-económica de la Cooperativa y sus 450 socios viticultores.
Andrés, ¿Cómo describirías la base territorial que comprende la cooperativa?
La nuestra es una cooperativa atípica en este sentido, pues debido a la estructura de la tierra que tenemos en Galicia, especialmente en el Ribeiro, nuestros viticultores presentan un grado de profesionalización bajo, con un tamaño medio de explotación de poco más de 6.000 m2 y suponiendo la viticultura su segunda actividad en la mayor parte de los casos. Tan solo el 10% de nuestros socios son viticultores a tiempo completo.
Esto, que en tiempos supuso cierta ventaja, es ahora mismo el mayor de los retos a los que nos enfrentamos en los próximos años, puesto que necesitamos cambiar el modelo productivo de la empresa y actuar sobre la base territorial. Cuando Viña Costeira nació en 1968, tenía más de 1.500 socios y, hoy en día, somos 450. ¿Cuántos seremos dentro de 10 años?? No lo sé, pero me temo que menos de la mitad, así que, estos, tendrán que tener explotaciones medias de un mínimo de 2 Has. para contar con una actividad rentable y que la cooperativa sea sostenible a largo plazo. Como digo, ése es el objetivo de los próximos años y para el que estamos tratando de implicar a todos los agentes de la comarca (viticultores y entidades públicas y privadas).
¿Cuál es la complejidad en el control, cuáles son las necesidades básicas de control de un viñedo?
Desde el punto de vista de profesional de la viticultura: en nuestra zona, además de todos los momentos críticos a controlar en cualquier otra dentro de nuestro sector, yo identificaría dos puntos realmente críticos debido a nuestra singularidad:
» Primero, la selección adecuada del lugar de plantación. Aunque parezca una obviedad, en una comarca como el Ribeiro, la de mayor minifundio de toda España y donde además hay muy poca tierra disponible, uno puede tener la tentación de tratar de aprovechar algunas zonas no del todo idóneas para el cultivo de la vid por el hecho de tener más superficie toda junta y, con el paso de los años, nos hemos dado cuenta de que esto es un error, obteniendo malos resultados tras realizar plantaciones excesivamente caras (uso intensivo de bancales y muros) y tremendamente poco productivas. La decisión de dónde plantar, tomada una única vez en la vida, puede marcar el futuro de la explotación para siempre, para bien o para mal.
» Segundo, la campaña de tratamientos. Galicia en general, y Rías Baixas y Ribeiro en particular, conviven con el riesgo constante de enfermedades fúngicas y, en función de cómo venga el año, el acertar con cada mano de
tratamiento se ha tornado en absolutamente vital en los últimos tiempos.
Desde el punto de vista de la coordinación y control de la cooperativa: Vinculado a la estructura de la tierra y al tamaño medio de explotación por viticultor, el control de plagas por zonas, estimación de cosecha y organización de vendimia a todos los niveles se vuelven muy complicados. Para esto nos estamos intentando apoyar en la tecnología, pues la gestión de nuestra producción en tantas parcelas y tantos viticultores es algo que nos obliga a multiplicar nuestros esfuerzos presupuestarios y de personal.
¿Qué tiene que hacer un viticultor para mejorar su viñedo y ser competitivo?
En nuestro caso, está claro: Antes de nada, aumentar el tamaño de su explotación, para mecanizarla al 100% y digitalizarla en la medida de lo posible para que, con nuestra ayuda y la de los programas ISAGRI, sea capaz de llevar una gestión profesionalizada del viñedo y un control de costes analíticos del mismo.
¿Cuál fue el detonante que ha hecho informatizar con ISAGRI los viñedos?
Para Viña Costeira, el control de gestión. Desde hace 4 ó 5 años, estamos inmersos en un profundo proceso de digitalización de la empresa, de todos sus departamentos, y no tenía ningún sentido que, suponiendo el coste de la uva hasta el 70% de los costes de explotación de alguno de nuestros vinos, tuviésemos esta parcela tan poco controlada. Para el presente y el futuro de la bodega (nuevas plantaciones, tanto de la propia empresa como de sus socios), es un aspecto nuclear dentro de nuestra estrategia.
¿Qué retos a cumplir debíais cumplir a través de la informática específica para viñedos, qué avances pretendíais lograr? ¿Qué beneficios os ha reportado?
Aún nos quedan mucho por afinar, pero resaltaría 2 cosas fundamentalmente:
» Control presupuestario y de gestión: Tener todos los costes ajustados por cada tarea, parcela, máquina y/o operario.
» Cuaderno de campo digital, especialmente para nuestros socios. Aunque aquí nos queda mucho camino por andar, de cambio de cultura y fomento de su uso, pero espero que lleguemos al punto en que todos lo hagan, facilitándonos la gestión desde la bodega y ayudándonos a mejorar la trazabilidad completa desde la finca hasta la botella.
¿Cuántos centros de producción controlas con la informática?
Ahora mismo, todos los propios de las bodegas (viñedo en propiedad de la empresa que gestionamos directamente, distribuido en 6 fincas con sus distintos sectores y parcelas, además del proceso de recepción de uva, elaboración y embotellado en las 3 bodegas con que contamos a día de hoy) y, además, parte de los socios con los que, de momento, estamos realizando pruebas con la vista puesta a extenderlo a todos ellos en la próxima campaña.
Frase que resuma la relación de Viña Costeira con ISAGRI o lo programas de ISAGRI
Creo que, con la implantación de los programas de ISAGRI, Viña Costeira entra en lo que será un cambio de rumbo en el modelo productivo en sus viñedos, en pro de la profesionalización y brindando nuevas herramientas a sus socios que ayuden a atraer también a nuevos viticultores.
