La Senda del Azar
Trailer | 25º Aniversario Olivar en seto
Este año se cumplen 25 años desde que el señor Ferrer, en las cercanías de Binéfar (Huesca, España), llevó a cabo con Agromillora la primera plantación de olivar en seto del mundo. A partir de allí una historia de superación, de colaboración entre empresas, de sinergias, de mucho esfuerzo, y de implementación de un modelo que ha cambiado la olivicultura para siempre.
La plantación de Finca Valonga fue la constatación física de una ilusión que había empezado unos años antes, cuando un viticultor-emprendedor del Penedés visionó una nueva olivicultura. Hoy en día algunos calificarían aquella visión como disruptiva y otros, más metidos en lecturas de gestión empresarial, como creadora de un “océano azul”.
La palabra disruptiva alude a un proceso o un modo de hacer las cosas que supone una rotura o interrupción brusca y que se impone y desbanca a los que venían empleándose. Y generar un océano azul es crear un espacio de mercado donde la competencia resulta irrelevante.
Fuera disrupción o fuese océano azul…, lo cierto es que aquel sueño se hizo realidad porque aquel ingenioso viticultor contagió su pasión a otros que, como él, se movían por las ganas de crear e innovar. Y cómo no sabían hacerlo de otra manera, trasladaron esa forma natural de hacer las cosas a todos aquellos clientes y amigos que fueron encontrando en su camino.
Sin darse cuenta, seguramente sin pensarlo, aquellos pioneros del olivar en seto originaron algo más que una nueva forma de entender la olivicultura, crearon un concepto y un estilo nuevo de hacer agricultura.
Todos y cada uno de ustedes han colaborado de una manera u otra a que este sistema sea hoy en día un ejemplo para otros sectores agrícolas de lo que supone buscar sinergias, aunar esfuerzos y conseguir un objetivo común que de manera individual jamás hubiera podido llevarse a cabo.
Este modelo de cultivo no tiene propietario ni está registrado porque es el fruto del trabajo de muchas personas.
Del trabajo de los que a principio de los años 90 pensaron e iniciaron a dar forma a un modelo de cultivo que por aquel entonces parecía más una locura que un sueño.
De los pioneros que arriesgaron sus ingresos y credibilidad plantando las primeras fincas.
De los profesores de Universidad que trabajaron para dar coherencia y significado agronómico a unas primeras experiencias que se antojaban exitosas.
De las empresas de servicio que difundieron los fundamentos del sistema. De las empresas de maquinaria que se preocuparon de dar soluciones técnicas a las limitaciones de mecanización del cultivo.
De los agricultores que con su experiencia y conocimiento nos propusieron probar variedades que como la arbosana se han convertido en baluartes del sistema.
Y de todos aquellos también que gracias a su incredulidad inicial no pararon de plantear dudas y cuestiones que nos permitieron replantear diseños de plantación, podas, riegos, fertilización, …
Hoy en día el olivar en seto ocupa más de 400.000 hectáreas, y es una realidad incuestionable en todos los países olivícolas.
Su desarrollo ha contribuido a la difusión de la cultura del aceite por todo el mundo y a la obtención de volúmenes elevados de aceite virgen extra. Además, lejos de permanecer inmóvil, los nuevos retos fijados para los próximos años siguen impulsando y perfeccionando el modelo:
1.- Obtener 3.000 kilos de aceite/hectárea
2.- Consolidarse como una alternativa muy rentable en las tierras de secano.
3.- Implementar el seto en el cultivo de la aceituna de mesa .
4.-La obtención de nuevas variedades.
Gracias a todos y feliz aniversario “olivar en seto”.
Desde Agromillora esperamos seguir siendo testigos de excepción del futuro de un sistema que, estamos seguros, seguirá cumpliendo muchos años.
